Vencibles, pero aparentemente imparables. Así se se ha presentado el Atlético de Madrid del Cholo Siemone en el inicio liguero de esta temporada. Pleno al nueve antes del parón de selecciones, líderes en solitario y con unas sensaciones más que positivas. En el Wanda Metropolitano nadie se acuerda ya de Antoine Griezmann y Joao Félix se ha convertido en un heredero digno del 7 del francés.

El portugués aporta savia nueva, es una alternativa ofensiva muy completa y tiene cada vez más una conexión muy efectiva con Diego Costa, uno de los indiscutibles del técnico argentino por su garra y carácter en el verde. La advertencia de los rojiblancos empezó en pretemporada. Paliza histórica al Madrid y una intensidad envidiable. Una dinámica que se ha mantenido en el inicio de competición y que les permite irse con sus respectivas selecciones con los deberes hechos.

Primeros, sin conocer la derrota y con distintas facetas en la que destaca la capacidad ofensiva del equipo para rehacerse en marcadores adversos como los de este domingo ante el Eibar. Remontada y liderato en solitario. 

Los temores

El campeonato acaba de empezar y mantener el nivel una vez llegue la Champions League y la Copa del Rey será difícil, pero será una tarea ardua para todos y de momento los madrileños ya parten con ventaja. En concreto, cuatro y cinco puntos respecto al Real Madrid y el Barça. 

Los enfrentamientos directos, un año más, parece que serán determinantes para coronar al campeón de Liga, pero las sensaciones que transmiten unos y otros son muy distintas. El Atlético ha acudido al mercado como un grande de Europa y ha dado otra cara a un equipo que como cada temporada tiene el ADN del Cholo en su juego: intensos, con garra y ahora con más alternativas tácticas. Un club en descomposición en junio dadas las salidas de Griezmann, Rodrigo, Filipe Luis, Godín o Lucas Hernández, y que ha renacido de sus propias cenizas.

El calendario permite a azulgranas y blancos rehacerse y encontrar el juego antes de enfrentarse a los rojiblancos, pero con la presión de no poder dejar escapar más puntos. Ambos irán a remolque de la intensidad que ha impuesto en este inicio liguero el Atlético de Madrid. Son firmes candidatos a la Liga y mientras en el Bernabéu Zidane debe encontrar la llave, en el Barça solo esperan a Messi.