Muchas dudas, especialmente defensivas, se ciernen sobre el Barça. El equipo no ha empezado con el paso firme habitual la temporada 2019-20 y son muchos los que ven más carencias que virtudes en un equipo que no ha sabido amarrar empates ni victorias.
A excepción del encuentro ante el Betis, que fue una fiesta, las dudas que genera el encuentro en San Mamés de la primera jornada y el de este sábado en El Sadar no son pasajeras. Recuerdan al mal inicio liguero de la temporada pasada, donde la defensa dejó escapar puntos en Bilbao, Butarque o incluso en el Camp Nou con empates y derrotas muy sonadas.
La debilidad defensiva a la contra o en el juego aéreo son realidades innegables que deben mejorar de inmediato que podría acelerar el parón de selecciones. Facetas importantísimas en un equipo que juega volcado en ataque. También preocupa la Messidependencia. Cuatro puntos de nueve posibles en tres ausencias del argentino. Su rol y su liderazgo en el verde son irrevocables, pero la plantilla de este año cuenta con alternativas suficientes para hacer frente a escenarios adversos.
En positivo
Pero no todo son malas noticias en Can Barça. A esta falta de determinación para cerrar los partidos o encontrar la inspiración definitiva en el juego, existen otras lecturas paralelas: el equipo tiene carácter y actitud ante marcadores adversos, y Valverde cuenta con una plantilla plagada de estrellas capaces de asumir galones y responsabilidades cuando hace falta. Este sábado Arthur y Ansu Fati fueron los encargados de ejecutarlo. Ante el Betis, Griezmann, Rafinha y Carles Pérez.
Una foto de los jugadores del Barça durante el partido ante el Osasuna / EFE
Asimismo, la estadísticas tampoco son desoladoras. Existe un punto de esperanza en este mal inicio liguero que recuerda a los mejores tiempos azulgranas. Sí, es cierto que es el peor inicio de la competición regular del siglo XX, pero no significa que todo esté perdido. Desde hace una década no se recuerda algo parecido, pero se dan otros precedentes similares que acabaron con los azulgranas como campeones. Ocurrió en la temporada 2008-09, con Guardiola en el banquillo. Un año en el que el técnico de Sampedor empezó con muchas dudas, con derrota ante el Osasuna incluida, y que acabó con el triplete en las vitrinas del Camp Nou.
La otra vez que un inicio fue parecido fue en la temporada 2011-12, aunque no tuvo final feliz. El Real Madrid, entonces dirigido por José Mourinho, ganó la Liga tras tres temporadas de reinado azulgrana. Una situación difícil de digerir, especialmente para Valverde, que hasta la fecha había firmado ligas incontestables y que a estas alturas ya había cosechado nueve de nueve en sus dos primeros años de azulgrana.
Sigue habiendo esperanza y con 35 jornadas por disputar no todo está perdido.