Uno de los focos de conflicto que se ha generado este mercado de fichajes ha sido el relacionado con Matthijs de Ligt. El presidente Bartomeu confesó que era uno de los objetivos del club pero el futbolista prefirió fichar por la Juventus de Turín.
En Italia, el central holandés tiene una feroz competencia con Bonucci y Chiellini (que se acaba de lesionar para fortuna del holandés), aunque también la hubiese tenido en el Barça con Piqué, Lenglet y Umtiti. De hecho, este fue uno de los motivos por los que decidió ir a Italia.
Sin embargo, el otro motivo fue económico. La Juve le ofrecía un salario de aproximadamente dos millones más anuales que, en un contrato a cinco años, significaban 10 millones de diferencia. La nueva legislación italiana en materia de impuestos ayudó a la Juve.
El esfuerzo que no se hizo por De Ligt
Pero llama la atención que el Barça rechazase hacer ese esfuerzo económico (le habría supuesto cobrar más que su compañero De Jong) y, en cambio, el club haya estudiado todas las fórmulas habidas y por haber para fichar a Neymar. Hasta el punto de estar dispuestos a pagar 130 millones más Rakitic, Todibo y la cesión de Dembelé.
Preocupa pensar que el Barça haya dejado escapar a De Ligt por una cuestión económica cuando, viendo como avanza la temporada, da la sensación de que hace más falta un defensa que un delantero. Los resultados saltan a la vista.
Piqué y Lenglet están teniendo muchos problemas en este arranque de curso y, lo más preocupante, da la sensación que ni Umtiti ni Todibo están preparados para rendir al cien por ciento. El panorama sería bien distinto de tener a De Ligt en el equipo, un central que a sus 19 años garantiza presente y futuro.
Los delanteros prometen más que los defensas
En ataque, el Barça ha hecho los deberes con el fichaje de Griezmann, que se une a una nómina letal de delanteros con Messi, Luis Suárez y Dembelé.
Asimismo, el club ha redescubierto a Rafinha como falso extremo y, sobre todo, a los jóvenes Carles Pérez y Ansu Fati, que están respondiendo por encima de las expectativas, tanto contra el Betis como en El Sadar contra Osasuna a pesar del empate. Y no solo ellos, sino que también está en la recámara Abel Ruiz, un nueve con mucha movilidad.
En cambio, en defensa se están viendo carencias. Lenglet sufre mucho con los delanteros veloces o fuertes, como el Chimy Ávila y Piqué, pese a ser el gran estandarte de la defensa, también lo pasó muy mal con Brandon y cometió un penalti de juvenil.
Si se va Todibo, ¿solo tres centrales?
El Barça está empeñado en fichar a Neymar hasta que se cierre el mercado, y aunque parece inviable, tanto el PSG como el club blaugrana persisten tratando de convencer a Dembelé. El extremo galo es la clave de la operación.
Pero de cerrarse ese fichaje, Todibo acabaría en el PSG y el Barça se quedaría con tan solo tres centrales. Una fórmula muy preocupante para un club que, en lo que va de curso, parece mostrar especial debilidad en esa zona del campo. El que hacía falta era De Ligt, y no Neymar.