La búsqueda incesante de un nueve que cumpliera con el perfil requerido por el FC Barcelona se ha acabado. La apuesta de la dirección deportiva y de la directiva es, finalmente, Neymar Jr. El extremo es la prioridad en estos últimos días de mercado y Luis Suárez, un año más, no tendrá un competidor directo por su posición.
Solo la cantera, con Abel Ruiz, y en ocasiones Griezmann, podrían disputarle el puesto al uruguayo. El mercado no ha respondido a las expectativas del club y pese a que encontrarle la competencia adecuada era una prioridad a finales de la pasada temporada, el cambio de rumbo en la política de fichajes le beneficia. Sus números en Liga le avalan, peor la Champions, la asignatura pendiente del Barça estos últimos cuatro años, dejan al charrúa en muy mala posición.
La salida de Dembelé rumbo al PSG para facilitar la llegada del carioca --a la que de momento se niega-- beneficia en primer lugar al PSG. La entidad francesa prefiere cash antes que jugadores, pero la inclusión del extremo y de Ivan Rakitic permitirían al Barça reducir la cantidad a abonar. 125 millones de euros por los 170 'kilos' que se ofrecieron en un primer momento. En segundo lugar, y mirando al futuro, el acuerdo sonríe a los intereses del club catalán. Si se completa la operación, y Dembelé sale cedido al PSG, el Barça habrá cerrado un gran acuerdo.
La estrategia
Pese a que el francés ha sido una apuesta a nivel de club muy importante, especialmente de Josep Maria Bartomeu, todos entienden que su marcha al Parque de los Príncipes puede ser beneficiosa de cara al futuro. El extremo recalaría en un club que le asegura minutos, con un fútbol más directo y podría volver al Camp Nou la temporada que viene. Será entonces cuando Suárez tenga 33 años. Solo un rendimiento espectacular este curso le convertiría en intocable y pese a ello, en los planes deportivos del club ya se contempla su posible salida.
Con Messi, Griezmann y Neymar, Dembelé llegaría para conformar los futuros cuatro fantásticos en detrimento del uruguayo. El charrúa sabe que cada vez le queda menos tiempo de azulgrana y que su futuro podría estar en la MLS, en función de su rendimiento y el proyecto del club. Sabe que está en el punto de mira y que deberá rendir como el que más. La próxima campaña se prevé que sea cuando definitivamente llegue otro nueve.
Una posibilidad que se ve con buenos ojos. Eso sí, no es la única. Si Suárez mantiene y mejora su nivel y Dembelé no convence el club hará caja con el francés. La jugada, a priori, es beneficiosa en todos los casos de cara al año que viene. Reforzar la delantera con un Dembelé más maduro o hacer caja con él.