Todos estaban citados. Disponibles y lesionados, pero de nuevo y por enésima vez, Ousmane Dembelé no llegó a tiempo.  En un escenario muy incierto y siendo el último obstáculo para que Neymar vuelva a vestir de azulgrana dada su negativa, el delantero francés parece que se mantiene ajeno a lo que le rodea. 

Como si nada pasara o como si fuera la primera vez, Dembelé volvió a llegar tarde al entrenamiento. Ernesto Valverde convocó a toda la plantilla en la Ciutat Esportiva Joan Gamper este jueves a las 9 de la mañana para el entrenamiento matutino, una cita a la que los lesionados también deben acudir para realizar su trabajo específico. 

Con la total de la plantilla en el verde y los lesionados en el gimnasio y la arena de las instalaciones azulgrana, Dembelé apareció como si nada casi diez minutos más tarde que el resto de sus compañeros tal y como captaron las cámaras de La Sexta e informó Jugones este medio día. Algo impensable para un jugador que se supone que no quiere salir del Barça y que debe dar motivos para ello.

Sentenciado

Esta no es la primera vez que el delantero protagoniza un capítulo de esta índole. Una situación que agrava los hechos y que por enésima vez se convierte en una evidente falta de respeto al club y al resto de sus compañeros en un momento muy delicado de su carrera. El jugador no ha cumplido con las expectativas del barcelonismo en su objetivo por sustituir a Neymar y tras fracasar en su intento, por su falta de profesionalidad --que mantiene-- y sus constantes lesiones, el club catalán cree que es la moneda de cambio perfecta.

Una foto de Ousmane Dembelé durante el partido ante el Athletic Club / EFE

Una foto de Ousmane Dembelé durante el partido ante el Athletic Club / EFE

Mientra el PSG y el Barça acercan posturas, la negativa del jugador para poner rumbo a París se mantiene. Ni la titularidad, ni el proyecto deportivo de Tuchel --a quien ya conoce de su etapa en el Dortmund-- le convencen. Tampoco la explicación que alega el club. Allí puede crecer y madurar para la próxima temporada al Camp Nou. Ni así a idea le convence.

Su inmovilidad empieza a preocupar y se agudiza ante su pasividad absoluta a lo que le rodea. Dembelé quiere quedarse, pero apenas da motivos para ello.