Clément Lenglet habla en el campo. El francés es un jugador ejemplar y un acierto total de la dirección deportiva azulgrana. Llegó como suplente de Umtiti tras la espectacular temporada de su compatriota y acabó arrebatándole el puesto. La lesión del 23 permitió a Lenglet irrumpir en el once. Aunque con muchas dudas.
Fue la temporada pasada ante el Girona. Su primera titularidad en Liga en la que expulsado en el minuto 35. Una decisión arbitral polémica, pero que no cambió los planes de Valverde. Cumplida la sanción, volvió a ser de la partida ante el Athletic y desde ese encuentro, merced a la lesión de Samuel Umtiti, fue indiscutible. Hasta la llegada de Griezmann este verano, Lenglet lideraba la French Connection del Barça. Por participación, rendimiento y liderazgo.
Ahora, con una nueva temporada por delante parece que Lenglet continúa por encima de su compatriota Umtiti quien pese a estar recuperado todavía no ha jugado ni un minuto en competición oficial. La oportunidad le llegará, pero mientras Umtiti genera muchas dudas, Lenglet aún tiene margen de mejora. Antes el Betis volvió a cometer algunos errores con la posesión favorable, así como también en los contraataques del Betis.
Una situación que esperan que responda al arranque de temporada y no a una dinámica habitual.
La sombra de De Ligt
Con el rendimiento que Lenglet que ofreció la pasada campaña, el Barça no tenía ninguna necesidad de pujar por Matthijs de Ligt, pero la oportunidad de reforzar la zaga pensando en el futuro con uno de los descubrimientos de la temporada cambió la perspectiva. El club catalán perdió la pugna ante la Juventus y la ilusión que generó el holandés podría empezar a renacer en el barcelonismo.
Matthijs de Ligt en su debut con la Juventus de Turín / EFE
Del encuentro ante el Betis se extraen grandes conclusiones tácticas. El equipo puede imponer una marcha más cuando quiere, hay banquillo más allá de los titulares, hay cantera y el potencial ofensivo es envidiable, pero la defensa sigue siendo una asignatura pendiente, especialmente contra equipos muy verticales y veloces. Piqué volvió a liderar la zaga, pero hay aspectos por mejorar. El primer tanto bético dejó en evidencia la cobertura de Lenglet --el central alejado-- y fue Jordi Alba quien casi llega a la cobertura.
Arregló los desajustes defensivos posteriormente, pero en defensa falta velocidad o anticipación, dos cualidades que el holandés domina a la perfección. Europa está en la mente de todos y es allí donde el Barça tiene que volver a triunfar. Ser intratable en defensa, especialmente sin balón. Lenglet tiene margen de mejora, pero el fichaje frustado del verano no se olvida.