Escenario incierto e inesperado para Carles Aleñá. Cambio de planes o distinta planificación del partido contra el Betis, pero la realidad es la misma. El canterano vivirá el segundo encuentro liguero, el primero en el Camp Nou, desde la grada pese a las bajas de los indiscutibles Messi, Suárez y Dembelé.
Tres bajas muy sensibles en la línea ofensiva que casi aseguraban su presencia en la convocatoria, dado su perfil de mediapunta ofensivo, pero que se esfumaron este sábado a las 21 horas cuando Ernesto Valverde facilitó la lista de convocados para el choque ante el conjunto andaluz. Jarro de agua fría para el canterano que tenía la participación casi asegurada y que quedó relegado a un segundo plano en detrimento de jugadores con ficha del filial y el juvenil. Carles Pére y Ansu Fati le quitaron el puesto a Aleñá, Todibo o Wagué.
Una situación que responde claramente a una decisión técnica, pero difícil de entender.
De la titularidad, a la grada
Pese a que el centrocampista ha mejorado notablemente su participación en el verde esta pretemporada --comparado con la temporada pasada cuando dio el salto definitivo al primer equipo-- sorprende la decisión del Txingurri.
Aleñá formó tándem junto a De Jong y Sergi Roberto frente al Nápoles y ante el éxito cosechado, el técnico extremeño recurrió al mismo centro del campo ante el Athletic Club. Experimento fallido. Con De Jong adaptándose al rol de Busquets, que vio el choque desde el banquillo, los dos canteranos asumieron los galones para generar el juego azulgrana, sin éxito. Al Barça le faltaron ideas e inspiración para generar el juego de ataque y permitir a los delanteros encontrarse en posiciones de ventaja ante un Athletic que se encerró en campo propio en la segunda parte.
Un foto de De Jong y Aleñá durante un entrenamiento del Barça / FCB
Con el holandés todavía en período de adaptación final y a falta de conocer a sus compañeros, los tres jóvenes se vieron sobre pasados ante el físico de los vascos y cometieron más imprecisiones de las habituales. Incluso Sergi Roberto comentó al finalizar el encuentro que era cuestión de tiempo. La poca capacidad de los tres azulgranas para generar peligro acabó con Aleñá en el banquillo a la media parte. La sociedad que funcionó en pretemporada acabó 45 minutos después en San Mamés.
Su performance no convenció al Txingurri quien ahora ha tomado medidas. La competencia esta temporada es altísima y aunque desde el club le aseguraron que su participación iría en aumento, solo lo hará si va acompañada de un buen rendimiento.