El próximo domingo será un día tremendamente especial para Junior Firpo. Su actual equipo, el FC Barcelona, se medirá al conjunto en el que militaba hace menos de un mes, el Real Betis. Tras un lustro en el conjunto verdiblanco, donde se convirtió en uno de los mejores jóvenes de la Liga, el carrilero apostó por dar el salto y cambiar el Benito Villamarín por el Camp Nou.
En Sevilla el lateral creció como futbolista y tuvo la oportunidad de debutar en Primera División a principios de 2018 de la mano de Quique Setién, pero los orígenes de Junior Firpo, que este jueves cumple 23 años, datan del 2011. Y no fue en Sevilla, sino en Málaga, donde dio sus primeros pasos sobre un terreno de juego.
Paso a paso
A esa ciudad llegaron sus padres procedentes de la República Dominicana cuando el hoy futbolista del FC Barcelona tenía solo seis años. De familia humilde, el carrilero empezó jugando en la calle, como todos, y no fue hasta 2011, ya con 15 años, cuando tuvo la oportunidad de militar en el Atlético Benamiel, que tiene el placer de haber gozado de los primeros pasos de otro futbolista de primer nivel, Isco Alarcón.
Junior Firpo tras ser anunciado como nuevo jugador del Barça / TWITTER
En 2012 dio el salto al Tiro Pichón y, un año después, pasó a formar parte del Puerto Malagueño, un club que cuenta con una de las canteras más prolíficas de toda la región. Fue allí donde empezó a despuntar y donde llamó la atención de los clubes más poderosos de Andalucía. Entre ellos, evidentemente, se encontraba el Betis.
El Puerto Malagueño advirtió al Málaga que la entidad verdiblanca iba detrás de Junior y también de Francis, carrilero como el azulgrana pero en la banda derecha. En La Rosaleda pasaron de ellos. Ahora se deben de estar tirando de los pelos viendo que el Betis ha cobrado 18 millones de euros por el traspaso de Junior y podría percibir 12 más.
Setién, clave
Cuando aterrizó en Sevilla el lateral español tenía tan solo 18 años. Fue quemando etapas de forma progresiva. Primero el juvenil y, posteriormente, el filial. La oportunidad de debutar en Primera División no le llegó hasta los 21 años de la mano de Quique Setién. Tuvo paciencia, supo esperar y valió la pena.
Junior Firpo jugando con el Betis la pasada temporada / EFE
El técnico cántabro confío en él, en el propio Francis y en Loren Morón, todos ellos canteranos, para solucionar la crisis que atravesaba el Betis a mediados de febrero de 2018. Junior fue, claramente, el más destacado. Su impacto fue inmediato y los grandes clubes de Europa se fijaron en él pese a haber disputado solo 13 partidos en la máxima categoría. Pero, sabiéndose imprescindible, apostó por quedarse y seguir progresando.
Un año después, con 29 partidos más en sus espaldas y ya más experimentado, decidió que era el momento de dar el salto a un grande. Y menos de un mes más tarde de hacerlo, su actual equipo se enfrentará a aquel que le permitió llegar donde está ahora. El próximo domingo será un día muy emocionante para él.