Llegó la hora, aunque antes de tiempo, de Antoine Griezmann. Vuelve la Liga al Camp Nou este domingo ante el Betis un rival conocido, difícil y con las mismas necesidades que el Barça: sumar los primeros tres puntos del campeonato tras el varapalo de San Mamés y las victorias de Real Madrid y Atlético de Madrid.
Todavía es pronto, pero la lectura en clave azulgrana no es positiva. Tras una pretemporada excepcional, los hombres de Ernesto Valverde demostraron carencias en el juego sin resolver y falta de ideas en el juego de creación. Sin Messi en el verde, el tridente ofensivo de gala apenas tuvo incidencia en el juego. Suárez cayó lesionado, Dembelé estuvo impreciso y Griezmann hizo lo que pudo.
Ahora, con el uruguayo y el francés en la enfermería azulgrana, el delantero galo es el único jugador de los cuatro fantásticos que está al 100% para recibir al Betis, un rival siempre complicado y que asaltó inesperadamente el feudo azulgrana la temporada pasada.
A la espera de Messi
Griezmann ha sido el último en llegar y, tan solo una jornada después, deberá liderar la ofensiva azulgrana. Aparentemente lo hará junto a un renacido Rafinha y la posibilidad de que Messi supervise su actuación si recibe el alta médica antes del domingo. El capitán azulgrana se entrenó este miércoles por la tarde por primera vez con sus compañeros después de caer lesionado dos semanas atrás. Una presencia que da esperanzas al barcelonismo para revertir la situación.
Si Messi entra en escena, Griezmann pasará a un segundo plano, pero a efectos reales es el único que tiene ritmo de competición. De confirmarse, sería la primera vez que Messi y Griezmann coinciden en el terreno de juego en partido oficial, aunque este miércoles Ernesto Valverde ya probó con los delanteros en el mismo equipo durante la segunda sesión de entrenamiento del día.
Una foto de Leo Messi entrenando con el grupo / FCB
Con este escenario sobre la mesa y un Betis muy necesitado, Griezmann deberá asumir galones. Los mismos que tenía en el Atlético de Madrid y que ejerce en la selección francesa, pero en un equipo distinto y otro estilo de juego. Una primera prueba de fuego para el francés quien pese a deslumbrar en pretemporada pasó desapercibido en San Mamés.
La conexión entre los dos zurdos, incluso los tres si Rafinha es el elegido para cerrar ese posible, conformará una delantera de zurdos nunca vista antes en el Camp Nou. Llega el momento de asumir responsabilidades también para Griezmann.