Más leña al fuego para un caso que preocupa en el barcelonismo y que, una vez más, no apunta hacia un final feliz para todos. Ousmané Dembelé está en el punto de mira de todos, tras su nueva lesión y su escapada a Senegal, pero lejos de suavizarse la polémica, la realidad del francés --pasada y presente-- se empeña en ponerle en duda constantemente.
Y no es para menos. Sus lesiones le impiden desarrollar su profesión con normalidad y la explicación que busca el cuerpo técnico, la directiva y el staff médico del club les vuelve a dar la razón: Dembelé no lleva la vida propia de un jugador de élite ni los hábitos alimenticios ni de descanso que se le exigen a un perfil de primer nivel.
Lesionado de nuevo tras el partido ante el Athletic Club y ausente sin motivo aparente en la citación de los médicos del club azulgrana, ahora ha sido el excocinero del futbolista, Mickael Naya, quien ha acabado de avivar el incendio. "Ousmane es un buen chico, pero no tiene su vida entre sus manos". Así de tajante se explicó el exempleado del futbolista en declaraciones a Le Parisien este miércoles.
Sin importarle las críticas
Lesionado por séptima vez desde que llegó al Barça en verano de 2017 y con 255 días de baja en su mochila particular, el cocinero confesó la frenética vida que lleva el extremo. Las críticas a su vida privada han sido una tema de preocupación constante en el club, pero finalmente se han confirmado públicamente.
El que fuera su cocinero desde agosto hasta diciembre de 2018, cuando fue despedido por el representante del jugador, era el encargado de prepararle las comidas desde el inicio de dicha temporada. "Traté de organizar las comidas en función de los partidos que venían, de sus momentos de recuperación e… ¡Iba bien!, pero no tiene su vida entre las manos. Vive con su tío y su mejor amigo, que no osan a decirle nada. Es una vida chocante. No he visto nunca alcohol, pero no respecta sus ciclos de reposo, no hay ninguna estructura profesional alrededor de él".
Naya aseguró que Dembelé "es un buen chico". "Cuando está con sus amigos, Ousmane es completamente diferente. Es curioso, abierto y educado", pero "él y su entorno saben que se les criticará pase lo que pase, así que, esto cae sobre ellos. Son ricos y no les importa", sentenció.
Unas declaraciones que solo empeoran su situación en el club y respecto a una afición que ya está harta del rendimiento del segundo fichaje más caro de la historia.