Leo Messi es la esperanza final para cambiar el mal rumbo tomado en este inicio de Liga del Barça. La inesperada derrota ante el Athletic Club --en el último minuto-- ya ha hecho saltar las alarmas en el barcelonismo y aunque el campeonato acaba de empezar las bajas que se acumulan en la enfermería azulgrana, la mayoría en la línea ofensiva, ponen más presión en el capitán azulgrana.
Leo fue el primero en caer tras regresar de vacaciones. Presenció el Gamper desde el banquillo del Camp Nou y el lunes se lesionó en el sóleo de su pierna derecha. Desde entonces, lleva dos semanas de baja trabajando al margen del equipo. Una dinámica que este martes se ha mantenido.
El capitán se entrenó en solitario y las dudas sobre su disponibilidad para el choque ante el Betis de este domingo --21 horas en el Camp Nou-- se mantienen. Tras la lesión de Suárez, se añade la de Ousmané Dembelé y por ahora Valverde solo tiene disponible a uno de los cuatro fantásticos: Antoine Griezmann.
A la espera del capitán
Valverde fue claro en la previa ante los vascos. No se forzará a Leo Messi, pero la situación ha cambiado. El escenario deja la ofensiva azulgrana con muy pocos efectivos. Rafinha y algún canterano, posiblemente Carles Pérez, serán los elegidos para acompañar a Griezmann en el flanco de ataque, pero todos esperan que el capitán pueda regresar a la convocatoria ante el Betis.
Antoine Griezmann en el duelo de San Mamés / EFE
Si se cumplen los plazos, el argentino podría entrar entre los elegidos por el Txingurri. Este martes se entrenó en la arena de la Ciutat Esportiva a escasos metros de sus compañeros. Mientras la prudencia con el rosarino es máximo, de momento es baja clara y los médicos estudiarán su evolución, pero el problema si el capitán no llega preocupa. El Betis llega al Camp Nou con la misma necesidad que los catalanes. Sumar tres puntos en la segunda jornada después de perder ante el Valladolid en el Benito Villamarín.
Una situación exacta a la del Barça, que se estrenará en casa en partido oficial, y que tiene demasiadas bajas en ataque para confeccionar un once inicial capaz de perforar la portería que este fin de semana defenderá Dani tras la expulsión de Joel. La situación preocuopa pero todavía hay margen. Quedan cinco días para el pitido inicial.