La Operación Salida ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza del FC Barcelona este verano. Desde que acabó la pasada temporada el club catalán colocó en la rampa de salida a tres futbolistas: Coutinho, Rakitic y Rafinha. El primero se ha marchado cedido al Bayern de Múnich este lunes, el segundo parece complicado que abandone el Camp Nou y el futuro del tercero sigue siendo incierto.
El futbolista brasileño no contaba para Ernesto Valverde debido al superávit de efectivos del equipo en el centro del campo. Desde el primer día la opción más viable para darle salida era el Valencia. De hecho el club ché estuvo muy cerca de cerrar su incorporación, pero el traspaso se torció en el último momento.
Los motivos
El no fichaje de Rafinha fue uno de los focos de conflicto en la guerra interna que se ha vivido en Paterna a lo largo del verano. El pasado viernes, en la rueda de prensa previa al duelo ante la Real Sociedad, Marcelino explicó los motivos que impidieron que el pequeño de los Alcántara aterrizara en Mestalla.
Una foto de Rafinha durante un entrenamiento del Barça / FCB
El técnico del Valencia señaló que "entendimos que era un jugador que nos podía ayudar a aumentar el potencial de la plantilla". El asturiano admitió que "estuvo casi fichado" pero que Peter Lim echó abajo las negociaciones: "Nos argumentó que tenía un historial de lesiones importante, y se nos aseguró que si venía cedido, no traspasado, aceptaría que podría ser parte de la plantilla".
El sábado, tras el partido contra la Real Sociedad, Marcelino habló de la gran actuación y aprovechó para mandarle un recado al propietario del club: "No estábamos muy equivocados. Sabíamos que hablábamos de un buen futbolista. Luego lo que pueda suceder no está en nuestras manos. Si pudiera salir cedido entendemos que podría ser jugador del Valencia".
Cesión, imposible
El Valencia puso la opción de la cesión sobre la mesa, pero el FC Barcelona la desestimó desde el primer momento. El conjunto azulgrana solo estaba dispuesto a aceptar un traspaso, pues el contrato de Rafinha caduca en 2020 y el objetivo es darle salida antes de que se marche libre sin dejar un solo euro en las arcas del club.
Rafinha en el duelo ante el Athletic Club / TWITTER
Existe la opción, utópica por ahora, que la entidad renueve al futbolista brasileño, lo ceda al Valencia y, dentro de un año, le vuelva a buscar salida o el propio equipo ché trate de incorporarlo mediante un traspaso. Es una alternativa hipotética, pero en este momento de mercado no se puede descartar nada, sobre todo si realmente el conjunto catalán busca desprenderse de él.
Algo que, por otro lado, tampoco está claro. Completó un buen partido en San Mamés y puede ser una buena solución a las tres bajas que sufre el FC Barcelona en el ataque. Como admitió Marcelino, "si el Barça se lo quiere quedar, es imposible que optemos al jugador". Quedan dos semanas de mercado y su futuro sigue siendo incierto.