Philippe Coutinho espera renacer de sus cenizas. Diferente destino y escudo, pero con los mismos colores y el mismo dorsal que en su día le catapultaron a la élite mundial del fútbol en Anfield. Su salida al Bayern de Munich ya es una realidad después de que ambas entidades anunciaran este lunes el acuerdo por la cesión del jugador esta temporada por la que el Barça ingresará 8'5 millones de euros y por la que se ha incluido una opción de compra de 120 millones de euros a final de temporada.
Coutinho cambia por fin de aires tras un año y medio en el Camp Nou marcado por la mediocridad de un jugador de grandes cualidades, pero de bajo rendimiento. Pese a sus dos discretas campañas, en las que fue de más a menos, el brasileño ha mantenido un cartel internacional innegable especialmente en la Premier y en Francia. Un caché que ha mantenido gracias a sus apariciones con Brasil y a la evidencia deportiva: no es extremo.
El nuevo líder
Philippe vuelve a ser el jugador contrastado que llegó a la capital catalana hace año y medio y el trato recibido en Munich ha sido como tal. Recibimiento de estrella y dorsal de líder indiscutible, el 10. Una responsabilidad más para el carioca que confesó, tras ser presentado oficialmente, que está "muy motivado" y que prefiere jugar en "el centro del campo y crear ocasiones de gol". Asimimso, añadió: "Al igual que el Bayern tengo grandes metas y estoy convencido de que puedo alcanzarlas junto a mis nuevos compañeros de equipo".
Una foto de Philippe Coutinho durante su presentación con el Bayern de Munich / Twitter
También sacó pecho de su fichaje y de sus cualidades el director deportivo del Bayern de Munich, Salihamidzic, quien aseguró que Coutinho no dudó en ningún momento sobre la oferta presentada por la entidad alemana: "Coutinho nos dejó muy claro que durante las negociaciones en Barcelona que él quería fichar inequívocamente por el Bayern" y añadió: "Es un jugador de talla mundial de excepcionales cualidades que puede ocupar distintas posiciones en ataque".
La adaptación
Coutinho regresa a un estilo de juego en el que se siente más cómodo y en un club ganador. Pese a la retirada de dos de sus grandes estrellas, Ribéry y Robben, Coutinho podrá ejercer de nuevo el rol que encandiló a la dirección deportiva azulgrana cuando era propiedad de los reds. Libertad de movimientos en la medipunta para despuntar y generar al servicio de Lewandowski, Müller o Perisic. El Bayern le ofrece las garantías de un gran club, un juego de posesión, pero la suficiente pegada ofensiva y libertad para ejercer el fútbol que se le conoce con la canarinha.
También en una liga más física y similar a la Premier League donde a pesar de sus condiciones logró asentarse como uno de los mejores jugadores del mundo. Ahora, con el Barça como pasado, al que sí hizo una breve mención en su presentación --"las cosas en el Barça no salieron bien, pero es pasado"-- Coutinho espera triunfar en la medular bávara. "Daré el 100% de mí sea donde sea" tras ser cuestionado por su posición predilecta.