El Barça jugó este domingo el último partido de pretemporada contra el Nápoles. El escenario era único: la Big House de Míchigan, el segundo estadio más grande del mundo, de una capacidad de 107.601 espectadores. Aunque no se llenó por completo, presentó una muy buena entrada.
Los culés fueron de menos a más en el encuentro. Terminaron ganando por 4-0 a los italianos en el examen previo al inicio de liga. Se notó que era el último partido de preparación y que algunos se juegaban el sitio. El ritmo aumentó respecto a días anteriores y el control del juego fue absoluto.
Ernesto Valverde apostó por un once híbrido con titulares y suplentes mezclados. Excepto la medular, los otros jugadores parece que pueden repetir titularidad contra el Athletic Club el próximo viernes: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Roberto, De Jong, Aleñá y Dembelé, Griezmann y Luis Suárez.
Jordi Alba jugando contra el Nápoles / EFE
El gran aliciente era ver como se entendían los tres delanteros que, con la lesión de Leo Messi y Coutinho fuera de ritmo, apuntan a ser el tridente titular en Bilbao. El charrúa se colocó como nueve, en la banda izquierda se situó el ex del Atlético de Madrid mientras que el Mosquito partía de la derecha.
El tridente de Bilbao
Como ya pasó en el primer partido de la gira americana, Griezmann intentó asociarse con Suárez a menudo, sin gran éxito durante la primera parte. El francés tuvo el gol en los primeros minutos, en el 13 fallaba delante de portería tras un buen pase del uruguayo.
Sí que se encontraron en el minuto 47 de partido. Una gran combinación entre los delanteros -en fuera de juego- dejaba al 17 solo delante el portero, el rebote lo cogía Suárez que ponía el primer tanto del encuentro. 10 minutos más tarde llegaba el golazo del partido, Dembelé le cedía al nueve y éste la colocaba suavemente en la escuadra. Máximo goleador de la pretemporada con tres dianas.
Luis Suárez celebrando su gol contra el Nápoles / EFE
En el 55, Jordi Alba se plantaba dentro del área gracias a un gran pase filtrado por Aleñá. Ante la salida del portero Meret, el del Hospitalet le cedía el gol a Antoine Griezmann, que marcaba su primer gol con la zamarra azulgrana y el segundo del partido.
El 11 también estuvo muy participativo, de menos a más. Como nos tiene habituados, es letal con espacios pero en momentos de repliegue del rival, le falta claridad. Tras dar el tercer gol a Suárez, tuvo premio en el 62 con un gran disparo cruzado.
De Jong, otra vez de pivote
Al conocer el once, la duda estaba en saber en qué posición se ubicarían De Jong y Sergi Roberto. Valverde apostó por el holandés como pivote y el de Reus por la derecha. Como ya nos ha acostumbrado en estos partidos, marcó el ritmo del juego y propuso una presión alta e intensa.
Frenkie de Jong jugando contra el Nápoles / FC Barcelona
Nuevo mensaje del equipo técnico a Busquets y a Rakitic. Ambos fueron indiscutibles el curso anterior pero la llegada del 21 puede trastocar sus planes. El que puede pagar cara su llegada es el croata, que tiene números de abandonar el Camp Nou antes del final de mes.