La situación privilegiada de Jordi Alba en el FC Barcelona ha terminado. En los últimos años, el futbolista de l'Hospitalet ha sido indiscutible en la banda izquierda del Camp Nou. Ni Lucas Digne primero ni Miranda después fueron capaces de discutirle, aunque fuera por unos meses, la titularidad al catalán.

Es de esperar que esta inmunidad acabe con el fichaje de Junior Firpo. La entidad azulgrana pagó 18 millones de euros, a los que se podrían sumar otros 12 en variables, al Betis para hacerse con sus servicios. El lateral español de origen dominicano es uno de los futbolistas más prometedores del panorama nacional y fue una de las grandes revelaciones de la pasada Liga.

Llegada

Tiene tan solo 22 años y un gran futuro por delante. Presenta un perfil muy similar al de Jordi Alba: tiene un gran dominio del balón, domina el juego de posesión, tiene mucha facilidad para llegar al área contraria y un buen disparo. En la faceta defensiva, aunque no es su fuerte, es cada día más fiable.

Es tal su habilidad para proyectarse en ataque que, tal y como publicó @OptaJose hace unos días en Twitter, fue el segundo defensa que tocó más veces el balón en área contraria en la pasada Liga, un total de 86.

El único zaguero que lo superó fue ni más ni menos aquel con quien deberá competir por un puesto de titular en el FC Barcelona la próxima temporada, Jordi Alba. Reflejo de su importancia en el esquema ofensivo de Ernesto Valverde, el de l'Hospitalet tocó el esférico hasta en 97 ocasiones.

Goleador

Junior también puede competir de tú a tú con el 18 en el aspecto goleador. No es el principal punto fuerte de ninguno de los dos, pero ambos anotaron tres goles la pasada temporada. El ex del Betis lo hizo en 29 encuentros y el canterano azulgrana, en 54. El único campo donde la diferencia entre ambos es grosera es en el de las asistencias: Junior dio cinco. Alba, 17.

Junior Firpo, ahora en el Barça, celebra su gol con el Betis en el Camp Nou / EFE

Junior Firpo celebra su gol con el Betis en el Camp Nou / EFE

 

La guerra está servida. Tras años de comodidad en el carril izquierdo, Jordi tiene competencia. El pasado y el presente contra el futuro. Promete ser una batalla apasionante.