Ernesto Valverde sorprendió en el primero de los dos duelos ante el Nápoles de la gira por Estados Unidos con una defensa totalmente atípica. El centro de la zaga lo ocuparon Jean-Clair Todibo, aún con poco rodaje en el primer equipo, y Samuel Umtiti, que trata de seguir recuperando sensaciones. Los laterales los ocuparon Junior Firpo y Moussa Wagué.
Son los que deben disputar la titularidad a Jordi Alba y Semedo una vez empiece la temporada. El ex del Betis jugó sus primeros minutos con el FC Barcelona después de que su fichaje se hiciera oficial el pasado domingo. Por otra parte, para el senegalés fue su primera titularidad desde que se confirmó su promoción al primer equipo. Ambos dieron muestras de su calidad, pero evidenciaron que tienen mucho margen de mejora.
Buena asociación
El lateral español de origen dominicano completó los 90 minutos, igual que sus compañeros Neto, Umtiti, Busquets y Rakitic. Fue de más a menos, y al final del encuentro se le vio acusar el cansancio. La nota positiva fue su facilidad para proyectarse en ataque. La negativa, su endeblez defensiva.
Junior Firpo en una rueda de prensa con el FC Barcelona / EFE
Junior se entendió a las mil maravillas con sus nuevos socios, especialmente con Riqui Puig y Antoine Griezmann. Llegó hasta el área del Nápoles en más de una ocasión y participó en el primer tanto del encuentro, obra de Sergio Busquets. Exhibió su velocidad y su buen tacto con el balón.
En defensa las sensaciones no fueron tan buenas. Mertens percutió una y otra vez entre él y Samuel Umtiti dando más de un susto al FC Barcelona. Además, salió en la foto del gol del Nápoles al no ser suficientemente contundente en una disputa con José Callejón.
Potencia
El partido de Wagué fue muy similar al de Junior. En ataque ofreció muy buen rendimiento, se entendió bien con Carles Pérez, se internó por la banda e incluso se atrevió a disparar a portería, aunque sin demasiada suerte.
Moussa Wagué, con dorsal del primer equipo / FC Barcelona
En defensa, Insigne le dio la noche. El menudo italiano, uno de los mejores del Nápoles en la primera mitad, fue un incordio para Moussa. Le superó en diversas ocasiones y de sus botas nacieron las mejores ocasiones del combinado napolitano en los primeros 45 minutos.
Son jóvenes (20 años Wague, 22 Junior) y tienen mucho tiempo por delante para limar esos defectos. No tanto si se tiene en cuenta dónde están y que el FC Barcelona no espera a nadie. Las sensaciones fueron buenas, pero les queda mucho por mejorar si quieren desbancar a Semedo y Alba de la titularidad.