La etapa de Malcom en el FC Barcelona llegó a su fin el pasado viernes. La estancia del futbolista brasileño en el Camp Nou ha durado poco más de un año. Llegó el 23 de julio de 2018 como un fichaje sorpresa y se marchó el 2 de agosto de 2019 por la puerta de atrás, sin apenas destacar y con la sensación de que su figura se olvidará con el paso de los años.
El extremo nunca pudo ganarse la confianza de Ernesto Valverde. Disputó 24 encuentros y poco más de 1.000 minutos. Ni actuaciones tan buenas como las que completó ante el Inter de Milán en la Champions o contra el Real Madrid en semifinales de Copa del Rey le sirvieron para ganar protagonismo.
Malcom rompe a llorar tras marcar contra el Inter de Milán / EFE
Sus oportunidades de triunfar de azulgrana se vieron aún más reducidas tras el fichaje de Antoine Griezmann. Finalmente, apostó por cambiar de aires y fichó por el Zenit de San Petersburgo, donde jugará las próximas cinco temporadas a razón de más de seis millones de euros netos por cada una de ellas. El traspaso se cerró por 40 millones de euros fijos más otros cinco en variables.
Más atractivo económicamente
En San Petersburgo, Malcom cobrará sustancialmente más de lo que habría percibido en caso de que se hubiera decidido por el Arsenal o el Everton, los otros dos equipos que se habían interesado en él. Los londinenses estaban dispuestos a pagar 40 millones de euros al Barça (según Mirror) y los de Liverpool, unos 35. El factor económico no era decisivo para el FC Barcelona, pero sí para Malcom.
Prefirió la Premier League rusa a la Premier League inglesa. A nivel competitivo, no hay comparación. A nivel histórico en lo que a clubes y liga se refiere, tampoco. El único aspecto en el que el Zenit parte por delante del Arsenal y el Everton es que, a diferencia de los equipos británicos, estará en la próxima edición de la Champions League tras ser campeón de la liga rusa el pasado curso.
Ventajas y desventajas
En caso de haber fichado por el Arsenal, Malcom habría defendido una de las camisetas con más historia de Europa. Los de Londres son uno de los grandes. Habría tenido posibilidades de crecer en la que muchos consideran la mejor liga del mundo y, quién sabe, podría haber dado el salto a otros equipos superiores. Pero más allá del tema monetario y la Champions League, tampoco habría tenido la titularidad asegurada tras el fichaje de Pepé.
Una foto de Nicolas Pépé / EFE
El Everton habría sido como empezar de cero. Se hubiera convertido en el líder de un equipo que compite temporada tras temporada por clasificarse para las competiciones europeas. Además, como ya hemos dicho, la Premier League es un gran escaparate, bastante más llamativo que la liga rusa.
Malcom, a sus 22 años, ha priorizado el aspecto monetario al deportivo. No es nada extraño ni tampoco debe verse como algo necesariamente malo. Al final, es un profesional que busca las mejores condiciones para él y su familia. Y las que le darán en San Petersburgo no se las prometieron ni en Londres ni en Liverpool.