Una plantilla de ensueño. La que necesita el Barça para mantener la hegemonía en España y recuperar el trono en Europa y que estará a total disposición de Ernesto Valverde en su tercera temporada en el Camp Nou. Los fichajes de Neto, Antoine Griezmann y Frenkie de Jong son las tres primeras caras nuevas de la plantilla, pero no serán las últimas.

De momento, cuenta con 23 jugadores más los habituales del filial para volver a competir por todas las competiciones, especialmente en Europa. Recursos por doquier, distintos perfiles con un objetivo paralelo común: recuperar el mejor juego azulgrana. El Txingurri estará al cargo de las operaciones en una temporada en la que no tendrá fondo de armario, sino titularísimos en todas las líneas por lo que deberá demostrar una mejor gestión de vestuario y entender las necesidades del equipo. 

Se acabó el jugar por nombre. El once inicial tendrá en el banquillo jugadores igual o más válidos que los que están en el césped. Un rompecabezas complicado, pero que dota al técnico extremeño de infinidad de herramientas para colocar a este Barça en el lugar que merece.

Exigente

A falta de ver qué incorporaciones finales realizará el club, donde el delantero centro pierde fuerza y falta todavía un lateral izquierdo, el técnico sabe que se viene un año lleno de retos. Lo expresó en su primera entrevista del año a los medios del club: "Sabemos la exigencia que tenemos de ganar todo permanentemente y de ilusionar a nuestra afición. Nuestros objetivos son los de siempre: ganar todos los partidos y ganar todas las competiciones. Lo tenemos que hacer con nuestro estilo, intentaremos estar a la altura". 

Con la defensa todavía por confeccionar, parece ser que la delantera será el eje del juego. Totalmente ofensivo y que de momento cuenta con seis delanteros. Messi, Suárez, Dembelé, Griezmann, Malcom y Coutinho. Seis jugadores para tres posiciones. Todos de un gran nivel pero donde solo tienen cabida tres. 

Un riesgo que el propio club está dispuesto a asumir para evitar las complacencias que se vieron en algunos encuentros la temporada pasada. Valverde, por su parte, está de acuerdo a excepción de Malcom. Tener alternativas y competitividad constante mejora la calidad del equipo, uno de los objetivos prioritarios. ¿Se acabaron las 'vacas sagradas'? Habrá que verlo.