Frenkie De Jong ya tiene dorsal para la temporada 2019-20 en el Barça. Este lunes se estrenó como jugador azulgrana en la Ciutat Esportiva Joan Gamper junto al resto de sus compañeros en la primera sesión de entrenamiento de la pretemporada azulgrana. Con el habitual recibimiento de los integrantes del primer equipo y la presencia de los jugadores del filial Iñaki Peña, Oriol Busquets, Collado, Riqui Puig y Carles Pérez, De Jong se ejercitó por primera vez como azulgrana.
Todos ellos tienen un dorsal determinado y tras descubrir el número que ha elegido Griezmann para su primer año en el Camp Nou, el 17, solo quedaba De Jong por definir. Hasta la fecha, y sin más salidas en el primer equipo, solo podía acceder al número 16, 19 o 24, pero la generosidad de un canterano permitirá al holandés mantener el dorsal que lucía en el Ajax.
Gesto de compañerismo
De Jong llevará el 21, hasta ahora propiedad de Carles Aleñá, quien decidió cederle el número favorito del holandés después de que éste se lo pidiera, según informa Mundo Deportivo. Un intercambio por el que Aleñá no ha puesto trabas, y que solo acaba, momentáneamente, con el baile de dorsales que se viene en Can Barça.
Carles Aleñá lamentando una ocasión en el Barça-Valencia de la temporada 2018-19 / EFE
Todo apunta a que Aleñá deberá esperar para elegir nuevo dorsal, entre ellos el 14 de Johan Cruyff, que actualmente luce Malcom y a quien el club está buscando una salida.
Un dorsal de historia propia
La cuestión de los dorsales en Can Barça este verano está que arde. Con los pesos pesados y su número adjudicado e inamovible, las nuevas incorporaciones y los jugadores con menor peso protagonizarán un baile interesante de números. También se esperará a ver quienes abandonan el Camp Nou para acabar de determinar los dorsales, pero en este caso, la petición de De Jong corresponde a un idilio que tiene el holandés con el 21.
Aleñá ha cedido ante uno de sus principales competidores a partir de la temporada que viene, pero estaba claro que los números disponibles no seducían al centrocampista. Tampoco le atraía la idea de poder jugar con el 14 de Johan Cruyff a la espalda. Lo dijo en una entrevista antes de recalar en el Camp Nou. Actualmente lo luce el brasileño Malcom, pero si sale este verano será otro número disponible que podría heredar Aleñá como canterano en representación de la cantera y de la filosofía de Cruyff.
¿Éxito en ventas?
Además, el favor de Aleñá no solo corresponde a un deseo explicito del holandés, sino que además beneficia al club. Las ventas y todo lo que envuelve el marketing y la venta de camisetas está estrechamente vinculado a los dorsales y desde las altas esferas agradecerán eternamente el gesto del canterano. Y es que es evidente que uno de los fichajes estrellas del año no vendería las mismas camisetas con el 16 a la espalda que con el 21. Asimismo, es un dorsal que ha estado ligado al medio desde que irrumpió en la élite del fútbol en el Ajax.
Una vez llegó al primer equipo, en la temporada 2016-17, Frenkie apostó por el 21. Un número que le ha dado buenos resultados en Ámsterdam y que quería mantener en el Camp Nou. Deseo cumplido.