Ya es una realidad. Antoine Griezmann defenderá los colores del FC Barcelona la próxima temporada. El club catalán, abogado del futbolista mediante, depositó los 120 millones de euros de la cláusula de rescisión en la sede de la Liga y se lo arrebató al Atlético de Madrid. Después de más de dos años de rumores, especulaciones, decisiones, rectificaciones y mucha tensión, el culebrón ha llegado a su fin y Grizou vestirá de azulgrana.
En Can Barça, el delantero se sentirá como en casa. Y no es un decir, pues se encontrará con hasta cuatro compatriotas: Jean-Clair Todibo, Clément Lenglet, Samuel Umtiti y Ousmane Dembelé. Guarda especialmente buena relación con los dos últimos, con quien ha coincidido más veces en las convocatorias de la selección francesa.
Una foto de Antoine Griezmann y Ousmane Dembelé con Francia / INSTAGRAM
El hecho de que, salvo que se produzca alguna salida que tampoco es descartable, cinco franceses vayan a coincidir en el vestuario del Camp Nou no es algo casual. El FC Barcelona siempre ha tenido un ojo puesto en los talentos que surgían de la escuela francesa. Con Griezmann, ya son 25 los futbolistas galo que han vestido la camiseta del club catalán. Los repasamos a continuación.
Los pioneros
El precursor fue René-Victor Fenouillère, que llegó cedido del Espanyol en 1903. Actuaba de centrocampista y años después murió en la Primera Guerra Mundial formando parte del ejército francés. Después de Fenouillère, defendieron el escudo de la entidad Henry Normand (1908-09), Jim Carlier y Maurice Bigué (1913-14) y Jean Verdoux (1917-18).
Tras Verdoux, el FC Barcelona estuvo tres décadas completas sin jugadores franceses. En 1948 llegó Jules Robusco, y su paso no fue muy prolífico, pues apenas disputó dos encuentros con el equipo. Hay que avanzar hasta 1965 para encontrarse con un galo que dejara buen recuerdo en la memoria colectiva azulgrana: Lucien Muller. Jugó tres temporadas, hasta 1968, y diez años después fue entrenador del primer equipo durante un curso.
Década negra
Como se puede observar, la presencia de franceses en Can Barça fue inconsistente durante todo el siglo XX. La cantidad de futbolistas galos aumentó a finales de la década de los 90. Y no es casual, pues hasta 1995 los equipos solo podían inscribir a tres jugadores extranjeros. Desde entonces, con la implantación de la ley Bosman, los europeos dejaron de contar como extranjeros.
Laurent Blanc jugando con el FC Barcelona en una imagen de archivo / EFE
Y el FC Barcelona se llenó de franceses. El primero en aprovecharse de la nueva normativa fue Laurent Blanc, que vistió de azulgrana en la temporada 1996-1997, en la que el club catalán logró tres títulos. Pese a que es recordado como uno de los mejores centrales de la historia del fútbol, se marchó del Camp Nou con más pena que gloria debido a las lesiones.
Si Blanc fue decepcionante, peor recuerdo provocan los cinco futbolistas que le sucedieron. Dugarry, delantero, estuvo media temporada y no consiguió marcar ni un gol. Déhu y Dutruel no convencieron a Van Gaal, Petit llegó siendo campeón del mundo y se marchó sin dejar huella un año después y Christanval estuvo dos temporadas pero nunca entró en los planes de los técnicos.
Cambio de tendencia
La mala percepción que se tenía de los franceses en Can Barça empezó a cambiar en 2004 gracias a Ludovic Giuly. El extremo llegó procedente del AS Mónaco y fue uno de los artífices de la segunda Champions League de la historia del club (2006). Se marchó en 2007 tras ser arrollado por la espectacular progresión de un tal Leo Messi. Giuly coincidió con Thuram, que vistió de azulgrana entre 2006 y 2008 antes de retirarse.
El breve paso del canterano Ludovic Sylvestre sirvió de transición para que llegaran dos de los mejores jugadores franceses que han pisado el Camp Nou. Hablamos de Éric Abidal y Thierry Henry. El primero ganó las Champions de 2009 y 2011, la cuál levantó. Se marchó siendo un auténtico ídolo, no solo como futbolista sino también como persona. Tití, tras una primera temporada discreta, brilló en el año del triplete de Guardiola.
Thierry Henry celebra un gol con el Arsenal / EFE
Tras esos años dorados, los siguientes galos en vestir la camiseta fueron Jeremy Mathieu, que ofreció un rendimiento irregular, y Lucas Digne, que siempre estuvo a la sombra de Jordi Alba. La afición azulgrana más veterana temblaba recordando esos fatídicos 90s, donde francés que llegó, francés que fracasó.
Ahí estaba Samuel Umtiti para borrar ese recuerdo. Hasta que cayó lesionado, el central ofreció un rendimiento excelso. Con su baja llegó el turno de Clément Lenglet, que ha superado las expectativas. Ousmane Dembelé ha dado muestras de su calidad esta temporada y Jean-Clair Todibo deberá esperar al siguiente curso para tener más oportunidades. Griezmann ya es culé, y de él dependerá formar parte del grupo de los Dugarry, Christanval y compañía o del de los ídolos junto con Giuly, Abidal o Henry.