Arturo Vidal disfruta de sus vacaciones tras caer sorprendentemente en las semifinales de la Copa América y no poder conquistar la tercera plaza ante Argentina. El chileno se reincorporará a la disciplina azulgrana junto a sus otros compañeros sudamericanos, pero esa es su prioridad: volver a vestir de azulgrana la próxima temporada bajo las órdenes de Ernesto Valverde.
A sus 32 años, su figura en el plantel azulgrana y en la Roja es indiscutible. Cuenta con el visto bueno del Txingurri y pese al interés de algunos grandes de Europa, el chileno no planea una salida del Camp Nou. Pese a que las ofertas son tentadoras y el club catalán no cierra la puerta a su salida, la necesidad de tener un jugador de su perfil en la plantilla no augura un traspaso inesperado.
Las opciones
Conte le ha tentado para recalar en su nuevo Inter de Milán, pero Vidal tiene claro su deseo, seguir en la capital catalana. Una voluntad que, tras semanas de silencio en las que estuvo totalmente concentrado en la Copa América, ha remarcado. En un acto solidario de su fundación en San Joaquín, el futbolista azulgrana explicó sus pretensiones futuras: "Ahora sólo pienso en mis vacaciones, pero mi futuro está en el Barcelona, me quedan dos años de contrato con el club".
Pese a la insistencia del técnico italiano, quien ya le dirigió en la Juventus, Vidal quiere seguir de azulgrana. El problema se centra ahora en la respuesta que dará la directiva azulgrana a la oferta del club nerazzurri. Según informa la Gazzeta dello Sport, Conte quiere a Vidal como eje y líder del centro del campo y la propuesta alcanzaría los 25 millones de euros. Una cifra ligeramente superior a la que abonó el club catalán hace un año por el chileno y que convence a gran parte de la directiva, especialmente con la llegada de Frenkie de Jong, la posible ascensión de Riqui Puig y la mayor participación de Carles Aleñá esta temporada.