Philippe Coutinho y Gareth Bale viven situaciones muy similares. Ambos están condenados a salir de sus respectivos clubs, Barça y Real Madrid, este verano y pese a que la lista de pretendientes para ambos no es corta los días pasan y los avances en las negociaciones no auguran el mejor escenario posible, especialmente para el galés.
Coutinho ha conseguido revalorizarse en la Copa América. Campeón junto al también azulgrana Arthur, el 11 de la seleçao ha tenido un papel crucial en el esquema de Tite. Con total libertad de movimientos, no recuperó su mejor versión, pero dio muestras evidentes de su clase y calidad con un carácter más atrevido al que mostró durante toda la temporada pasada en el Camp Nou. Cou tiene unos días para descansar antes de reincorporarse a la disciplina azulgrana o, más probablemente, poner rumbo a su nuevo destino.
Las negociaciones con el PSG se mantienen encima de la mesa, pero esa es la única carta que juega el club catalán con el brasileño. Cou mantiene su cartel internacional en la Premier League, pero su negativa a recalar en un club que no sea el Liverpool --por el respeto que le tiene-- obliga al Barça a reducir la operación a un solo pretendiente. Las relaciones con el gigante francés no son especialmente buenas, pero el brasileño podría limar asperezas entre dirigentes franceses y catalanes. El problema es que en Inglaterra hay distintos clubs dispuestos a pujar por el carioca, con mayor músculo financiero y con mejores proyectos deportivos, pero el tiempo se echa encima y Coutinho debe decidirse.
La fecha
El brasileño tiene que elegir una de las propuestas que le ofrezca el Barça para cerrar el resto de vías de escape. Y todo ello, en la breveded que conceden dos semanas. Cabe recordar que la Premier League cierra el mercado el 8 de agosto. Hasta entonces quedan 30 días para que Barça pongo todas las cartas sobre la mesa. Dicha situación también se traslada al caso de Gareth Bale. El futbolista se reencontró con sus compañeros en Valdebebas este lunes, pero el ambiente es distinto.
Casi todos son conscientes de que acabará saliendo pese a su negativa y su destino predilecto apunta también a la Premier. Abandonó el Tottenham para recalar en el Santiago Bernabéu y los spurs podrían convertirse de nuevo en su hogar. El galés no tiene ninguna prisa en negociar. Su intento a la desesperada por convencer a Zidane pasa por realizar parte de la pretemporada vestido de blanco, pero es una opción arriesgada.
El técnico francés tiene claro su veredicto: no cuenta con él para su nuevo Real Madrid. Una decisión inamovible y que obliga a Florentino Pérez a moverse con rapidez. De no cerrar un traspaso antes del 8 de agosto, las opciones para deshacerse de Bale se reducirían al Bayern de Munich que entonces podría negociar por un precio menor al que el presidente blanco quiere ingresar por él.