Malcom Oliveira está casi sentenciado. Su deseo de triunfar en el Barça sigue intacto, pero las nuevas incorporaciones en Can Barça solo empeoran su condición de eterno suplente. Ernesto Valverde no contaba con él desde el primer día que se incorporó a la disciplina azulgrana, y lo que un día se entendió como un fichaje de club, hoy todavía sigue siéndolo.
Messi, Suárez, Griezmann --cuando se oficialice-- y Dembelé están por encima de él e en caso de que llegará Neymar Jr. apenas tendría oportunidades. Demasiados delanteros para tres posiciones determinadas en las que Malcom no tiene sitio. Quiere seguir, pero si el Barça no le ofrece minutos ni continuidad, también tiene claro que a sus 22 años necesita rodaje para mejorar constantemente.
El precio
Mientras el Barça tiene algunos problemas para encontrar destino a algunos descartes, aunque aparentemente no lo sean, el caso de Malcom es distinto. Su proyección, calidad y perfil gustan en Italia y la Premier League y tiene un sinfín de pretendientes que han entrado en la puja por su posible traspaso.
El problema es el precio. El Barça abonó el verano pasado 41 millones de euros en el último momento para arrebatárselo a la Roma y ahora, 12 meses después, no está dispuesto a dejar marchar a un ariete de su calidad por menos de lo invertido. Apenas se ha amortizado su precio y su cartel se mantiene intacto. En Europa saben que si no ha jugado más ha sido por el cartel de intocables que ostentan algunos azulgranas que por su rendimiento.
La ausencias de Dembelé y de Coutinho le permitieron medirse en los escenarios más inciertos, en los que aprobó con nota. Ante el Inter de Milán y en el clásico de Copa fue protagonista. Un rendimiento extraño que no pudo tener en partidos de menor exigencia como el Huesca o el Celta de Vigo.
Los pretendientes
Con un futuro tan incierto como desolador, Malcom acumula pretendientes. El último en sumarse al interés por el delantero ha sido el Everton. El club toffee y el Barça mantiene muy buenas relaciones, especialmente tras los negocios realizados con los traspasos de André Gomes, Lucas Digne o Yerry Mina. Según informan desde tierras británicas, el conjunto inglés estaría dispuesto a abonar 36 millones de euros por el delantero. Una cifra que el Barça considera insuficiente pero que es el principio de las negociaciones.
Al Everton se mantiene el interés del Tottenham y también el del Milan. Queda un verano largo para el brasileño aunque en la Premier ya juegan a contrarreloj. El mercado cierra el próximo 8 de agosto para las incorporaciones. Encontrar 40 millones en un destino que guste al brasileño no será fácil, pero tampoco lo será quedarse.