El debate del delantero centro en el Barça está lejos de terminar. Mientras que meses atrás era una posición de obligado refuerzo, ahora con la posible llegada de Neymar y la confirmada de Griezmann, el perfil de 9 rematador ha perdido importancia. No deportivamente, pero sí en la más estricta actualidad.
Francés y brasileño formarían el tridente junto a Messi y Suárez, aunque la figura del uruguayo sería la que más mermada quedaría. Queda mucho mercado para ver si finalmente el carioca vuelve a militar en el Camp Nou, pero si finalmente no es una opción real para la dirección deportiva azulgrana habrá que buscar a otro recambio para Suárez.
Y es que uno de los nombres que conformaban la lista como posibles sustituto del uruguayo ya no estará disponible. Maxi Gómez --a quien incluso El Pistolero avaló como posible refuerzo-- llegó a un acuerdo y abandonó el Celta de Vigo para poner rumbo a la Premier League con el West Ham.
A golpe de talonario
Pese a que el interés por el ariete se había perdido en las últimas semanas, el uruguayo sonaba con fuerza para recalar en el Valencia de Marcelino, también reforzado con el meta Jasper Cillessen. Su salida del Celta ha sido uno de los culebrones del verano y entre el interés del conjunto ché y las diferencias por el precio, el West Ham se encargó de poner fin al debate.
El conjunto inglés abonó la cláusula de rescisión de 50 millones de euros por el jugador para hacerse con sus serviciso. La mayor venta del club gallego en toda su historia. Pese a que el uruguayo quería seguir en la Liga y recalar en el Valencia para disputar la Champions League, los millones ingleses han convencido al Celta.
Un fichaje que sale de la Liga y que dejará el 20% de los 50 millones al club de formación del uruguayo, el Defensor Sporting Club de Montevideo. Con la llegada de un delantero centro al Camp Nou en el aire, los scouts azulgranas deberán seguir buscando un ariete centro de toque que pueda facilitar el salto a un nuevo ciclo generacional.