Como todo en la vida, el Barça tendrá que elegir. Sobre la mesa hay dos nombres y solo uno puede acabar vistiendo de azulgrana sin comprometer el futuro económico del club en los próximos años. O Matthijs De Ligt o Neymar Jr. Dos nombres con distinto pasado y, a priori, diferente futuro entorno al club catalán.
La llegada del holandés se presupone difícil, pero el Barça no se da por vencido. Mientras desde Italia su fichaje por la Juventus se da por hecho, en la capital catalana la puja por un central de época no termina. Nadie se da por vencido y su deseo de vestir de azulgrana se mantiene intacto.
Las dudas de De Ligt
El proyecto deportivo le gusta más que el que le ofrece la Vecchia Signora. Parece que todo reside en una cuestión económica, pero hay más dudas y más importantes. Unas incógnitas que De Ligt todavía no tiene claras dada la presión que supone dejar pasar un tren como el Barça, que quizás, solo pasa una vez en la vida.
Tanto el jugador como su entorno familiar reconocieron públicamente meses atrás la voluntad de vestir algún día la camiseta azulgrana, pero las negociaciones se enfriaron tras las exigencias económicas de su representante, Mino Raiola. Unas dificultades que no han cambiado la voluntad del holandés de recalar en el Camp Nou, aunque quizás ahora son muy difíciles de retomar.
¿Y qué pasa con Neymar?
De Ligt es un fichaje que realmente hace falta en la plantilla azulgrana, mientras que la llegada del brasileño responde más a otras cuestiones. La delantera está llena de grandes estrellas, una vez se oficialice la llegada de Griezmann, y lo que realmente se necesita es un nueve para relevar a Luis Suárez, no otro extremo como Dembelé. El brasileño quiere regresar para reencontrarse con el uruguayo y Leo Messi, pero es una operación que se presenta difícil, por mucho que se por casi segura.
Las relaciones con el PSG no son buenas y su regreso no solo incluiría a Coutinho en la operación sino que obligaría al Barça a desprenderse de Dembelé, un jugador del mismo perfil que estaría condenado al banquillo.
La operación perfecta sería que los dos recalarán en la Ciudad Condal, pero De Ligt quiere que su ficha sea algo superior a la de su amigo De Jong y Neymar supone una inversión de casi 200 millones de euros y un sueldo de 22 'kilos' al año. Dos fichajes que dispararían la masa salarial del club, aunque se dieran salidas sonadas de pesos pesados como Rakitic o Umtiti.
Un esfuerzo de época
La economía del club está saneada, los 1.000 millones de euros parece que se alcanzarán --una vez se presenten las cuentas de este ejercicio-- pero poner semejante presión a la entidad no convence a todos los directivos. Algunos entienden que es un esfuerzo de hoy, para un beneficio de mañana, mientras que otros sostienen que el regreso del carioca no es una necesidad prioritaria.
Entre uno u otro y dejando de lado los éxitos del pasado, que son eso pasado, De Ligt es el favorito para reforzar al conjunto catalán. Si se consigue su fichaje, entonces se estudiará la viabilidad del brasileño, aunque no reina el optimismo entorno a Neymar. Si no se elige por uno de forma definitiva, al menos habrá que hacerlo en el orden de llegada.