Giro de 180 grados en las negociaciones por uno de los fichajes más deseados por el FC Barcelona. Matthijs de Ligt, protagonista de uno de los culebrones más sonados del verano, todavía no está cerrado por la Juventus de Turín. La entidad que preside Bartomeu todavía alberga un atisbo de esperanza.
En las últimas horas se han producido nuevos contactos entre el futbolista y la cúpula del club azulgrana, conscientes de la dificultad de convencer al crack holandés. El Barça --que tendría apalabrado el traspaso con el Ajax por unos 75 millones de euros-- sigue siendo el destino soñado por De Ligt.
Siempre lo dijo. Tanto el jugador como su entorno familiar reconocieron públicamente la voluntad de vestir algún día la camiseta blaugrana, pero todo se había enfriado en las últimas semanas. El papel de Mino Raiola fue decisivo.
El Barça es la primera opción
Fuentes consultadas por Culemanía aseguran que el Barça sigue una opción para De Ligt, a pesar de los incontables rumores que en los últimos días lo han situado cerca del PSG, el Manchester United y, especialmente, en la Juventus de Cristiano Ronaldo.
El único motivo que parecía justificar la negativa del todavía defensa del Ajax al Barça era la cuestión económica: un salario similar al de De Jong que a De Ligt le habría parecido insuficiente. Eso es lo que se rumoreó, pero no está probado que sea verdad.
Sí están probadas las “dudas” que manifestó el propio De Ligt sobre el rol deportivo que tendría en el Barça, donde la titularidad no estaría al ciento por ciento asegurada con Piqué, Lenglet y Umtiti en la plantilla. Fue a raíz de esas dudas cuando Raiola supuestamente recomendó a De Ligt fichar por otro club para acabar en el Barça en dos años.
Bartomeu fue contundente
La fórmula de buscar un ‘club puente’ interesaba al polémico agente italiano porque le aseguraría comisiones por dos traspasos distintos. Sin embargo, el propio Bartomeu fue taxativo cuando se puso esa posibilidad sobre la mesa: “En dos años yo no estaré en el Barça”.
Frenkie de Jong, con Josep Maria Bartomeu y Óscar Grau en la firma del acuerdo / FC BARCELONA
La respuesta de Bartomeu dejaba claro que en 2021 no dependería de él, el fichaje de De Ligt, sino del nuevo presidente que se haga cargo del club. Además, hay condicionantes añadidos como las lesiones o un posible mal rendimiento deportivo que podrían enfriar la operación.
El sueño de su vida
Todos estos factores siguen siendo sopesados por De Ligt, que debe decidir entre el sueño de su vida o un club donde tenga menos competencia y reciba más dinero. Pese a que en Barcelona son muchos los que han dado este fichaje por imposible en los últimos días, todavía no se puede decir que esté todo perdido, aunque sigue siendo díficil.
El desenlace de las negociaciones no será inmediato. Las exigencias del mercado marcan los tiempos de la operación y hay intereses que aconsejan aparcar el tema por ahora.