Frenkie De Jong aterrizará en la capital catalan en los próximos días para ser oficialmente presentado como jugador del FC Barcelona. Fichado en enero por 86 millones de euros, el holandés es una de las esperanzas del barcelonismo para recuperar la base del fútbol azulgrana que conquistó el mundo entero.
Basado en el juego de posesión, asociación e inteligencia que representa a la perfección el centrocampista neerlandés. Un perfil único a sus 21 años y que, aunque presenta muchos aspectos de mejora en su proyección, augura grandes éxitos en la medular azulgrana. Un futbolista muy similar a Iniesta o Xavi. Tiene interiorizados todos los automatismos del fútbol base de una forma tan natural como necesaria en el fútbol de élite.
Hace fácil, lo básico
Controles orientados, pases medidos al compañero y una opción constante para su compañeros, siempre sin marca o dispuesto a deshacerse de ella con un control. Unas características que permiten al centrocampista desarrollarse en cualqueira de las posiciones del mediocentro. Todo apunta a que su rol será el de Sergio Busquets, pero no es solo un pivote defensivo. Es un creador de juego, aventurado en ataque y tiene las cualidades óptimas de un interior e, incluso, un mediapunta.
Precisamente, esa posición de centrocampista escorado a la banda ha sido su posición predilecta en el Ajax de Ten Hag. 25 encuentros como interior, tres como pivote y dos como central, tal y como analiza Àlex Delmàs. Una alternativa constante que le lleva a ocupar todas las posiciones del terreno de juego.
Se gusta
Sus incursiones defensivas, como las que ejecuta Rakitic hoy por hoy en el Camp Nou, tampoco le impiden colocarse como tercer central para sacar el balón, una función que ejecuta Busquets o Arthur en el esquema de Valverde. Si alejar el balón del área con criterio se entiende como un rondo en feudo azulgrana, De Jong es capaz de suprimir esa faceta para conducir el balón hasta encontrar marca y fijarla.
También destaca su actividad constante en el terreno de juego. Un jugador que nunca desconecta y que necesita entrar en constante contacto con el balón. Ceder para oxigenar, recibir para dirigir y mirar para asistir. Su fiabilidad en el pase es extraordinaria. Un 91,8% de media, un porcentaje que lo equipara a los centrocampistas azulgranas.
Sergio Busquets está cerca del 90%, Rakitic se mueve en el 92% y Arthur promedia un elevadísimo 94%. Será una guerra por la titularidad sin precedentes que decidirán otros factores. La incidencia en el juego ofensivo y sobre todo en trabajo defensivo, un aspecto que obsesiona al Txingurri y en el que el holandés ya tiene mucho ganado.
Actualmente, es el noveno pasador de Europa con una media de 82'4 pases por partidos. Asimismo, fue el tercer centrocampista que más participó de toda la Champions League. Su llegada anticipa un relevo a Busquets, pero De Jong podría dar la sorpresa para eregirse como el nuevo interior del 4-3-3 del Barça-. Sacrificado en defensa y voluntarioso y decisivo en ataque. Dada su juventud y su proyección, así como la calidad del resto de compañeros, sus cualidades deberán adaptarse a un sistema de juego en el que el ritmo lo imponte Leo Messi como cuarto centrocampista con total libertad de movimientos. Una alternativa con decenas de recursos para una medular que necesita toque y velocidad. De Jong llega para marcar época y como posible pívote, pero su competencia pone en jaque al resto de centrocampistas.