El Barça ha hecho oficial este jueves por la mañana el fichaje de Neto Murara. El portero de 29 años llegará de Mestalla por una cifra parecida a la de Cillessen: 26 millones de euros más nueve en variables.
Según las informaciones recientes que llegan desde el entorno del Barça, Neto Murara estuvo este miércoles en Barcelona donde pasó revisión médica. También se apunta que ya pudo hacer el reconocimiento médico en Brasil.
El club deseaba poderlo integrar en el ejercicio económico de la temporada 2019-2020 pero no será así. El brasileño -que llega para ser suplente de Ter Stegen- firmaría por cinco años -aunque algunos apuntan que solo estará una temporada- a cambio de seis millones por curso.
Un día después de Cillessen
Barça y Valencia oficializaron este miércoles el traspaso del portero azulgrana Jasper Cillessen. El acuerdo se cerró por 35 millones de euros. Los ches ya han dado el primer paso de la operación de intercambio de porteros. Ahora le tocaba al Barça mover ficha por el arquero Neto Murara.
Esta operación es una artimaña financiera para cuadrar cuentas antes del 30 de junio, fecha en que finaliza el ejercicio económico. Ambos clubes han tasado sus porteros en 35 kilos -más de lo que a priori valen- para rebajar el desajuste de cuentas.
Un fichaje polémico
Es más que sorprendente que Neto haya aceptado la propuesta culé de ser suplente en el Camp Nou. A finales de curso con el Valencia, se molestó con Marcelino García Toral cuando lo sentó tres partidos en el banquillo: dos de liga y la final copera, que la jugaba Jaume Doménech.
Deportivamente, el Barça sale perdiendo. Cillessen ha trabajado desde el silencio y la profesionalidad para estar siempre a disposición de Valverde. Su estilo encajaba a la perfección con el ADN culé. El del brasileño difiere un poco de lo que nos hemos acostumbrado estas temporadas.
Tampoco es positivo el mensaje que se les manda a los jóvenes del filial como Iñaki Peña, un habitual en los entrenamientos del primer equipo y las convocatorias de Champions. Los de la Masia siguen trabajando con la ilusión de llegar al primer equipo, pero el famoso embudo parece cerrado por completo.