Está todo parado, pero se trabaja a fondo y con muchas prisas. El Barça necesita cuadrar las cuentas antes del 30 de junio en las que tiene un déficit de 80 millones de euros, por lo que necesita desprenderse de algunos jugadores.
Futbolistas de menor peso en la plantilla o cedidos que supondrán el saneamiento de las cuentas. Las prisas nunca son buenas y existe la preocupación que ante la necesidad económica se acaben regalando jugadores que de por sí no ostentan un precio excesivamente elevado.
Jugadores como Jasper Cillessen, Rafinha, Denis Suárez o André Gomes que tienen claro que saldrán este verano de forma definitiva, pero que no se quieren vender fuera del precio marcado por el mercado y su rendimiento. Está claro que con mayor margen de error las negociaciones serían más extensas y exigentes, pero el club catalán tiene otras prioridades económicas. Algunos además lo tienen claro, como el gallego o el portugués que ya han expresado al club y de forma pública también su deseo de finalizar la vinculación con la entidad azulgrana.
Los bombazos para julio
Saldrán jugadores de segundo nivel –o al menos considerados así en el club azulgrana—pero nada de vacas sagradas. Para ellas se reservan el mes de julio y agosto, con mayor margen de mejora en los contratos y también en el número de interesados.
Salidas como la de Philippe Coutinho que está muy cerca del PSG pese al interés del Chelsea y que obligará a ambos clubs a pujar por el jugador al mejor postor. También casos como el posible traspaso de Rakitic que, pese a contar con la protección de Valverde, podría cambiar de aires. O Samuel Umtiti que ya no es intransferible y se espera recibir una buena propuesta por el central francés.
Samuel Umtiti y Jean-Clair Todibo, miembros de la French Connection, Rakitic y Rafinha en una celebración con el Barça / EFE
Todos ellos deberán esperar a los 30 grados de julio para conocer su futuro dentro o fuera del Barça. Este es el plan definido y definitivo del club en el que también podrían entrar otros jugadores de forma inesperada si llegarán ofertas a tener en cuenta. Nadie está a salvo, al menos a partir de julio.