Jean-Clair Todibo es duda en la planificaciñón deportiva del Barça. Llegó antes de lo esperado, y también podría salir antes de lo previsto. La secretaría técnica ejecutó de nuevo un fichaje de club por el central francés, pero apenas ha tenido oportunidades bajo las órdenes de Ernesto Valverde. Además, tampoco le han dado margen Gerard Piqué y Clément Lenglet en la zaga azulgrana.
La prioridad de su fichaje fue clara: adelantarse a otros clubs, como el Nápoles o la Juventus, por un jugador de gran proyección a un precio más económico. Y con la estrategia conseguida, nacen los problemas. Una de las obligaciones de este verano en el club catalán es reforzar la línea defensiva. Primero con un lateral izquierdo, y en segundo lugar hacerse con los servicios de Matthijs De Ligt. Otro fichaje de futuro que cada vez está más cerca del club catalán.
Mientras el carrilero que llegue no afectará a Todibo, la llegada del capitán del Ajax pone en aprietos su continuidad. Piqué y Lenglet continuarán la temporada que viene, Murillo volverá al Valencia y con De Ligt y Umtiti en plantilla, Todibo tendrá muy pocas oportunidades.
La salida forzada
Si la prioridad principal es la llegada del holandés, también es una prioridad clara la salida de Samuel Umtiti. Lesionado casi toda la temporada tras renovar el verano pasado a precio de oro, la dirección deportiva estudia cuánto podría dejar el central galo en las arcas azulgranas por su traspaso después de que algunos episodios y decisiones personales no hayan gustado a la directiva y tampoco a la afición.
Samuel Umtiti en el banquillo durante un partido del FC Barcelona / EFE
Pero mientras en las oficinas se baraja su salida, Umtiti tiene otras prioridades. Tiene contrato hasta 2023, un muy buen sueldo y no piensa moverse del Camp Nou el próximo verano. Sabe que su presencia en el once inicial estará en entredicho si llega el holandés, pero ni así quiere dejar la capital catalana. Y con esa situación, Todibo es el más perjudicado. Su salida no se efectuará en forma de traspaso, pero para que pueda seguir creciendo a sus 19 años. Se busca un equipo que le quiera como cedido para repescarle en un futuro.
Asimismo, tampoco acompaña su comportamiento. Según informó este martes Mundo Deportivo, el central francés habría cambiado su actitud. Existe una preocupación en la directiva por su falta de disciplina. Al parecer, desde hace varias semanas el zaguero habría cambiado de actitud y mostrado serias faltas de atención. Fue un fichaje de proyección y preocupa que pueda despistarse, incluso su entorno más cercano, aseguran, ha notado un cambio en su comportamiento a la hora de escuchar los consejos y de asumir las críticas.
Un escenario que no gusta en el club y que se agrava con las llegadas y la negativa de Umtiti. Todavía quedan muchas semanas de mercado y los dos franceses están en el punto de mira.