Samuel Umtiti no piensa cambiar de opinión. Es feliz en el FC Barcelona, tiene contrato hasta 2023, un muy buen sueldo y no se piensa mover del Camp Nou el próximo verano. Sabe que su protagonismo se podría reducir aún más si llega Matthijs de Ligt, pero no tiene ninguna intención de cambiar de equipo. La entidad catalana quiere venderlo, pero él se mantiene firme.
El francés reiteró su postura de seguir vistiendo de azulgrana en una entrevista concedida a RTLFrance: "Tengo un contrato, me siento feliz en Barcelona. He tenido una temporada complicada, pero por eso no voy a desear irme a otro otro lugar", afirmó. A continuación, recalcó su idea de quedarse en el Camp Nou: "La próxima temporada estaré en Barcelona".
No es la primera vez en las últimas semanas que el central rechaza la idea de abandonar el club catalán. Hace unos días en Telefoot le preguntaron si el próximo año seguirá en el Barça. Su respuesta fue clara y concisa: "sí". Esta postura la mantiene desde hace meses y se antoja muy complicado que pueda cambiar de parecer.
Cuarto central
El club le ha repetido por activa y por pasiva (y él lo ha visto en los medios de comunicación) que la máxima prioridad para el próximo verano es fichar a Matthijs de Ligt. Si finalmente acabara llegando el zaguero holandés, el protagonismo de Umtiti se vería reducido al mínimo, pues hoy por hoy sería el cuarto central del próximo curso.
De Ligt celebrando un gol con el Ajax / EFE
Y es que si alguien aprovechó las molestias físicas de Samuel Umtiti fue Clément Lenglet. Tras un inicio de temporada algo irregular en el que apenas contó con oportunidades, el francés fue a más a medida que avanzó el ejercicio. Fue uno de los pocos jugadores que se salvó de la quema tras el desastre de Anfield y la derrota frente al Valencia en la final de la Copa del Rey.
Va para largo
La negativa de Umtiti a salir del equipo azulgrana el próximo verano es solo un episodio más de un conflicto con el FC Barcelona que se alarga desde hace meses. Las relaciones entre el club y el jugador están muy lejos de ser idílicas. Todo empezó con la negativa del francés a operarse de sus problemas en los cartílagos de la rodilla izquierda. Los servicios médicos de la entidad catalana le recomendaron que pasara por quirófano, pero el galo hizo caso omiso.
De Ligt celebrando un gol con el Ajax / EFE
Optó por seguir un tratamiento conservador que le mantuvo apartado de los terrenos de juego entre septiembre y febrero. Cuando se recuperó de sus molestias físicas estaba muy lejos de su mejor forma y no pudo ayudar al equipo en el tramo final de temporada. Partidos como el del Sánchez Pizjuán o el Estadio de la Cerámica evidenciaron que no era el Umtiti de cursos anteriores .
Ahora, si acabara llegando De Ligt, el FC Barcelona quiere venderlo por diversos motivos: el estado exacto de su rodilla es una incógnita, es imposible saber si volverá al nivel anterior de la lesión, y es insostenible tener a un futbolista con su sueldo de cuarto central. Además, con su salida se considera que se podrían abordar fichajes más necesarios. Pero Umtiti hace oídos sordos y sigue sin ninguna intención de moverse.