Rumores, suposiciones y ofrecimientos, pero las cuentas no cuadran. El Barça tiene un problema y gordo para cuadras las cuentas antes de empezar a fichar en la revolución azulgrana que, presumiblemente, se viene. Una limpieza de 'vacas sagradas' que traerá nuevas caras al Camp Nou para retomar el proyecto Champions League y mantener la hegemonía en Liga y la recientemente perdida en Copa.
Se exige el triplete y con esta plantilla no se llega a todo si no vienen bien dadas. Anfield y el Benito Villamarín pesan como una losa en una temporada que ha sido espectacular hasta mayo y que requiere de cambios drásticos para poner fin a la complacencia de algunos y a la falta de rendimiento de otros.
Antes de las llegadas, las salidas tienen prioridad y se necesitan ingresar, como mínimo entre 70 y 80 millones para que las cuentas salgan. Ventas que tienen nombre y apellidos como Jasper Cillesen, que busca equipo, u otras más forzadas como Ivan Rakitic, Samuel Umtiti, Philippe Coutinho, Malcom Oliveira o incluso Ousmané Dembelé. A excepción del croata, todas ellas incorporaciones relativamente cortas que no encajan o que no han rendido como se esperaba.
El nuevo tridente
Un nuevo tridente de ensueño, que se quedará en eso. En un sueño. Con las salidas como prioridad total, el club azulgrana tiene muchos factores a favor para incorporar a ambos jugadores, pero no el decisivo. El presupuesto del club no da para un dispendio semejante por dos jugadores muy cuestionados por la directiva y la afición.
El brasileño quiere salir de París a toda costa, pero pensar en repescar a un jugador que ya fue azulgrana y se marchó repentinamente genera mucha controversia en el club. Además, recuperarlo ahora costaría, como mínimo, 200 millones de euros. Inviable. Una cifra a la que se suman los 120 millones de Antoine Griezmann un año más tarde de su 'no' al Barça. Un total de 320 millones por dos jugadores que no serían las únicas incorporaciones. Hace falta otro central, un lateral zurdo y posiblemente otro medio.
Ambos jugadores desean jugar de azulgrana y se arrepienten de sus decisiones pasadas, pero el escenario no es favorable. Al precio de sus incorporaciones, se suma la masa salarial del club. Por las nubes y con poco margen de mejora. Dos futbolistas con fichas que superarían los 15 millones de euros anuales y que dispararían el gasto del club.
De locos
La foto es perfecta. Messi con dos auténticos galácticos para intentar recuperar el trono europeo, pero el presupuesto no se ajusta. Las necesidades del equipo en otras demaracaciones también merman las inversiones así como el Fair Play Financiero. Un sueño para la afición imposible para la directiva.