Antoine Griezmann se ha afiliado a la precaución. Es su máximo aliado para preservar y asegurar su futuro deportivo en el destino que finalmente recale. Anunció que abandonaría el Atlético de Madrid semanas antes de finalizar la temporada liguera, pero desde entonces su futuro está lleno de especulaciones.
A priori, el FC Barcelona es el mejor posicionado para hacerse con los servicios del galo, pero el veto del vestuario, el aumento de su precio, la fecha en que se rebaja su cláusula de rescisión --1 de julio-- y la controversia que genera en sí todo el culebrón que le rodea, invitan a un escenario incierto.
Un día lo tiene hecho por el Barça y al siguiente en las oficinas de Camp Nou nadie sabe nada de la situación. Y ante tantas incógnitas, el delantero tampoco está por la labor de desvelar cuál será su próximo equipo. Concentrado con la selección francesa, el ariete atendió a los medios tras finalizar el amistoso ante Bolivia de este domingo.
"Ya se verá"
Griezmann no revelará ninguna información hasta que todo esté cerrado y firmado. El Barça le quiere, pero tampoco se olvidan de él en París o en el Manchester City. Cuestionado por su futuro, contestó: "¿Que cuándo se resolverá mi futuro? No lo sé, es una buena pregunta. Todo a su tiempo", dejando la decisión en el aire.
Antoine Griezmann lamentando una acción con el Atlético de Madrid / EFE
Ahora todavía le quedan dos partidos con Francia, ante Turquía el sábado 8 y ante Andorra el martes 11, y entonces se irá de vacaciones sin saber todavía dónde jugará la temporada que viene. El escenario cambiará radicalmente el 1 de julio cuando su precio se reduzca 80 millones. Griezmann espera, y el Barça se lo piensa.