Van Dijk volvió a brillar con luz propia en una de las finales más antifútbol que se recuerdan. El penalti a favor de los reds con apenas 30 segundos de juego marcó todo el encuentro, pero ni Tottenam ni Liverpool fueron capaces de generar algo de fútbol durante 95 minutos. Solo en el último cuarto de hora, los hombres de Pochettino parecieron elaborar alguna jugada para empatar el encuentro y forzar la prórroga que más tarde frustró Origi con el segundo gol de la noche.
Un año después de perder la final contra el Real Madrid, el Liverpool se proclamó campeón de la Champions League para conquistar su sexto trofeo en su historia 15 años después en la capital madrileña. Sin fútbol y con muy poco atractivo visual, los dos jugadores más destacados fueron Van Dijk y Alisson Becker.
El defensa, que fue el único que mantuvo su nivel habitual en la noche de las estrellas, fue nombrado como el MVP del encuentro. Un reconocimiento individual que más tarde derivó a una posible candidatura al Balón de Oro. Y por primera vez en muchos años, un defensa podría estar en el podio visto su rendimiento.
Rendido a Messi
El zaguero se mostró agradecido por el MVP y por el reconocimiento global de su gran temporada, pero cuestionado por si podía ganar el Balón de Oro fue claro: "Messi es el mejor jugador del mundo y lo merece siempre que siga en activo" y añadió: "El Balón de Oro no es algo que tenga ahora mismo en mi mente. Si ocurre no lo voy a rechazar, pero no creo que eso vaya a suceder ahora mismo. Messi, aunque no haya jugado la final este año, sigue siendo el mejor jugador del mundo", volvió a repetir.
Leo Messi disputando un balón con Virgil Van Dijk en el Camp Nou / EFE
Y es que vista la final, pocos podrán competir contra el argentino en un año en que los títulos se han repartido entre todos los clubs. Tan solo el Manchester City ha acaparado todos los títulos ingleses.