La decisión de la que más se arrepiente Valverde

Ernesto Valverde está en la cuerda floja. Más que nunca. El batacazo copero podría sentenciar al técnico extremeño al mando del equipo. Ni el apoyo de la plantilla ni el de Josep Maria Bartomeu, todos ellos públicos, serían suficientes para asegurar la continuidad de un entrenador muy tocado y bajo una presión mediática sin precedentes en su figura. 

La culpa recae en su persona pese a que hayan sido los jugadores quienes le hayan dejado sin argumentos. Él propone y plantea, pero ellos juegan y es evidente que no han estado a la altura. Ni en Anfield, ni en el Benito Villamarín cuando habían dos títulos en juego. En la rueda de prensa previa a la final copera, Valverde reconoció ser consciente de la presión que rodea a su persona, pero una vez más echó balones fuera. Cuestionado por su posible destitución, respondió tranquilo: "No pienso en eso, lo que me interesa es ganar mañana y nada más... los entrenadores también somos parte de este espectáculo. No hay más que ver la clasificación para ver que no es algo que me ocurra solo a mi". 

Unas declaraciones que concluyó con tono más severo: "Que no se preocupen tanto por mis fuerzas" ante la insistencia de los periodistas.

La confesión

Pero mientras su destitución se valora en las oficinas del Camp Nou, Valverde reconoció uno de sus errores, o más bien una de las malas fortunas que han pesado sobre el equipo, esta temporada. La ausencia de Dembelé en los partidos más importantes ha condicionado al equipo y también a las propuestas del Txingurri. Acabe o no saliendo, será uno de sus arrepentimientos.

Ernesto Valverde habla con Ousmane Dembelé en un encuentro del FC Barcelona / EFE

Ernesto Valverde habla con Ousmane Dembelé en un encuentro del FC Barcelona / EFE

Él mismo lo confesó en la rueda de prensa previa cuestionado por el planteamiento de Anfield: "En ese partido no tendría tan claro que habría cambiado, si es que habría cambiado algo... lo único que tengo claro es que no habría puesto a Dembelé contra el Celta cuando se lesionó a los 20 segundos". 

Unas declaraciones que evidencian la necesidad de contar con un jugador como el francés en el verde, ya sea desde el inicio o como revulsivo, y que evidentemente mermaron las capacidades del equipo. Una mala suerte inesperada en el tramo decisivo de la temporada.