Undiano Mellenco dice adiós al arbitraje. La final de la Copa del Rey en el Benito Villamarín fue el final de una carrera marcada por las polémicas, especialmente en contra del Barça. Aunque no fue el protagonista absoluto del partido, hubo momentos en que mostró mucha permisividad.
La jugada que desató la polémica fue en la segunda parte, una acción en que Leo Messi se dirigía al frontal del área pero era cazado sin contemplaciones. Lejos de pitar falta siguió con su famoso “jueguen, jueguen…” mientras el argentino se retorcía de dolor. Muchos culés revivieron la final de Copa de 2011.
Acción de Coquelin contra Messi bajo la atenta mirada de Mallenco / EFE
Acción de Coquelin contra Messi bajo la atenta mirada de Mallenco / EFE
2011, su peor noche
El árbitro navarro saltó a la fama con la fatídica final de la Copa del Rey entre Barça y Real Madrid. El morbo no era solo el de un clásico normal, se le tenía que sumar la rivalidad de Guardiola-Mourinho y la de Messi-Cristiano Ronaldo.
Durante todo el partido, los blancos contaron con la permisividad de Mallenco y pudieron imponer su duro juego de agresiones y faltas al límite del reglamento. Guardiola y sus jugadores perdieron esa final por 2-1 con un gol en la prórroga. Esta final fue la última que ha perdido el Barça en los últimos tiempos y el árbitro fue el claro protagonista.
Los jugadores de Barça y Madrid recriminando una acción al árbitro / EFE
Los jugadores de Barça y Madrid recriminando una acción al Mallenco en 2011 / EFE
Aunque este sábado su arbitraje no fue decisivo en el resultado final, resulta curioso que las últimas dos finales que han perdido los catalanes sea con el navarro como colegiado. El de 45 años pone fin a 19 años en la élite donde ha arbitrado partidos de Champions League e incluso un Mundial.
Su último partido liguero
Undiano Mallenco dijo adiós al arbitraje de Primera División en el Santiago Bernabéu en un Real Madrid-Real Betis. Su final fue agridulce pues los verdiblancos superaron a los blancos por 0-2. Incluso Florentino Pérez tuvo un detalle con él y le regaló una réplica pequeña del feudo madridista.