El Barça se enfrenta este sábado al Valencia, un equipo que nunca le ha puesto las cosas fáciles a los catalanes. Sin ir más lejos, esta temporada los de Ernesto Valverde no han conseguido ganar ninguno de los dos partidos ligueros: 2-2 en el Camp Nou y 1-1 en Mestalla.
A lo largo de la historia ha habido grandes jugadores che que le han amargado la existencia a los azulgranas pero quizás uno de los que más se recuerdan es Claudio Javier López, más conocido como el Piojo López. El argentino fue un auténtico dolor de cabeza para los jugadores culés.
El verdugo del Barça
El argentino empezó sus pasos como futbolista profesional en el Racing Club de Avellaneda, en Argentina. Tras cuatro temporadas ofreciendo muy buen rendimiento, llegó a Mestalla en verano de 1996 a cambio de cuatro millones de dólares. En las tierras valencianistas dejó grandes noches para el recuerdo, especialmente aquellas contra el Barça.
El 'Piojo' López disputando un balón en el Camp Nou / EFE
El Piojo López estuvo en la capital del Turia cuatro años, hasta el 2000. Marcó un total de 74 goles pero el dato destacable es su rendimiento contra los culés. Llegó a marcarle al Barça 12 goles en 15 partidos, una auténtica pesadilla para los culés que no pasaba desapercibida en las principales cabeceras del periódicos de España.
La noche de ensueño
Si hay una noche que aún esta grabada en la memoria de los más veteranos fue un Barça-Valencia de la temporada 1997-1998. El club catalán, con Van Gaal en el banquillo, era líder y tenía todas las de ganar contra el decimoquinto clasificado. Así apuntaba la primera parte. Los blaugranas llegaban al minuto 53 con un resultado de 3-0.
Un cambio táctico de Claudio Ranieri, entrenador de los valencianos, les dio alas para intentar la remontada. Morigi marcaba el primer gol che en el minuto 79. Del 80 al 88 Claudio el Piojo López marcaba un doblete. La remontada la firmaba Burrito Ortega en el 89. Una noche épica que agrandaba la leyenda del Piojo contra el Barça.
Con la medida tomada
En una entrevista a Marca en 2014, Claudio López explicaba su éxito contra los culés. "El Barça se me daba muy bien, sobre todo, por el sistema que empleábamos, rápido, vertical y directo. Su estilo de juego abierto, con espacios, nos beneficiaba y yo me aproveché al máximo", apuntaba el argentino.
"Aquel Valencia era muy complicado de defender, porque era muy seguro atrás y luego salía muy veloz al ataque. Ese Barça estaba acostumbrado a tocar, a adelantar su zaga y yo, gracias a mi velocidad, lograba muchas veces llegar al portero contrario en uno o dos pases del equipo. Sé que nos temían en aquella época", añadía a su explicación.
Con su salida a la Lazio se fue una de las bestias negras del barcelonismo. Muchos aficionados aún tienen en la memoria esos enfrentamientos en que López rompía líneas con su larga zancada y sus rápidos movimientos.