Muchas bajas y muy sonadas en la Ciutat Esportiva del Barça. Ernesto Valverde tendrá que tirar de imaginación y recursos para encontrar un once de garantías en harmonía y equilibrio que le acerque a revalidar el doblete de la temporada pasada. Sin la presencia ya confirmada, de Luis Suárez, Ter Stegen, Dembelé y Rafinha --pese a viajar con el equipo-- las dudas se ciernen ahora en dos brasileños: Arthur y Philippe Coutinho.
Ambos también viajarán con el equipo a Sevilla y se suman a la lista de jugadores sin alta médica. Aun así, podrían recibir el visto bueno de los servicios médicos del club horas antes del encuentro para poder sentarse en el banquillo en la final de Copa del Rey que se disputa este sábado en el Benito Villamarín. Ambos ya han regresado a los entrenamientos con el grupo, pero las sensaciones de los dos cariocas marcarán la decisión final.
Arthur arrastró unas molestias en el pubis durante semanas que le obligaron a parar y Coutinho se lesionó ante el Getafe. Las pruebas diagnosticaron una elongación en la pierna izquierda de la que parece haberse recuperado, aunque no de forma definitiva.
Al límite
Los comunicados médicos del Barça fueron tan escuetos como habitualmente, pero ambos jugadores cumplen el plazo de recuperación esta semana. Un dato que alberga esperanza para el barcelonismo. Eso sí, ambos no cuentan con ritmo de partido, y de poder contar con ellos todo apunta a que arrancarían desde el banquillo, especialmente Coutinho, quien viene de una lesión muscular.
Ambos, dadas las bajas, se postulan como dos incorporaciones vitales para el planteamiento de Valverde ante el Valencia. La ausencia de delanteros le obligará a recurrir al 4-4-2 con el que despidió la temporada en Ipurua. Malcom volvería a formar dupla de ataque con Leo Messi con Sergi Roberto en la medular.
Una foto de Malcom, Coutinho y Arthur durante un entrenamiento del Barça / FCB
Coutinho, de estar disponible, apunta como revulsivo en el que podría ser, con casi toda seguridad, su último partido de azulgrana tras año y medio en la capital catalana. Un adiós con un título en juego.