El FC Barcelona se desplazó hasta Ipurúa con un único fin: coger rodaje de cara a la final de la Copa del Rey del próximo sábado 25 de mayo frente al ValenciaValverde alineó a sus mejores en un encuentro con transcendencia nula para la Liga con el objetivo de que no perdieran ritmo de competición.

Se podría decir que el duelo frente al Eibar fue un ensayo de cara al partido contra el equipo ché debido a las similitudes de los dos equipos. Se sienten cómodos cuando el rival tiene el balón, les gusta presionar arriba y son letales al contrataque. Cabe esperar que una de las diferencias entre el encuentro de este domingo y el del próximo sábado sea la intensidad de los azulgrana, nula en Ipurúa.

Cillessen, calamitoso

Por el bien del Barça, también debería cambiar, más bien dicho mejorar, el rendimiento de Jasper Cillessen. El holandés, que acostumbra a ser un arquero muy seguro, cometió dos errores muy graves que propiciaron los dos tantos del Eibar. En el primero, con el que el conjunto armero abrió la lata, parecía tener controlado el disparo raso y seco de Cucurella, pero el balón se le escurrió por debajo del cuerpo y se lo introdujo en su propia portería.

De Blasis celebra el tanto logrado ante el FC Barcelona / EFE

De Blasis celebra el tanto logrado ante el FC Barcelona / EFE

Peor fue el segundo. Salió fuera del área a despejar un envío largo del cuadro armero, y lo hizo con la cabeza. Rechazó tan mal que le regaló el balón a De Blasis. El argentino, con la portería vacía, se inventó un zapatazo desde tres cuartos del campo que se coló en la escuadra y lograba el 2-2, a la postre definitivo.

Reacción

La buena noticia para el FC Barcelona es que la gravedad de sus errores no le perturbó ni un segundo, y cuando debió volver a intervenir lo hizo con gran solvencia. Detuvo hasta seis disparos del Eibar, que durante los primeros minutos de la primera y la segunda mitad fue netamente superior al conjunto azulgrana.

De Blasis celebra el gol que anotó frente al FC Barcelona ante la atenta mirada de Messi / EFE

De Blasis celebra el gol que anotó frente al FC Barcelona ante la atenta mirada de Messi / EFE

Que el Barça no ganara fue culpa suya, pero si no perdió fue gracias a él. Después de la reanudación hizo alarde de sus reflejos y desvió un disparo de Sergi Enrich ajustado al palo. Probablemente esa parada le sirvió para retomar confianza de cara a la última media hora de encuentro.

El FC Barcelona necesitará la mejor versión de Jasper Cillessen para poder levantar la Copa del Rey. En un partido tan importante como el del próximo sábado, los errores se acaban pagando.