Antoine Griezmann es el futbolista de moda. El francés se puso en el escaparte el pasado martes tras anunciar que dejaría el Atlético de Madrid a final de temporada después de abonar su cláusula, que a partir del 1 de julio será de 120 millones de euros. Su salida está clara, pero aún no se conoce su destino.
Uno de los equipos que suena con más fuerza para hacerse con los servicios del galo es el FC Barcelona. La entidad catalana, que ya persiguió su fichaje el pasado verano, tiene entre ceja y ceja al jugador francés. La decepcionante temporada de Coutinho y el rendimiento irregular de Dembelé obligan al club a buscar a un futbolista que dé un salto de calidad al ataque.
El fichaje de Griezmann genera muchas dudas, no por su calidad, que la tiene a raudales, sino por cómo se adaptaría al equipo. Actualmente en el Atlético de Madrid juega en una posición similar a la de Messi en el Barça, por lo que no hay dudas que si acaba vistiendo de azulgrana debería reinventarse.
Extremo izquierdo
En un primer momento, con Luis Suárez ocupando el centro y el 10 la derecha, Grizou debería situarse en el flanco izquierdo del ataque, posición donde brilló cuando su carrera empezaba en la Real Sociedad. Aportaba verticalidad y desborde, y sus diagonales de fuera hacia dentro hacían mucho daño a las defensas rivales.
Griezmann en un partido con la Real Sociedad frente al FC Barcelona / EFE
Pero esa versión de Griezmann ha desaparecido con el paso de los años. El francés ha perdido velocidad, capacidad para regatear y ya no es ese futbolista eléctrico de antaño. Ahora es un futbolista diferente, que lee mejor el juego, que sabe siempre dónde debe estar colocado, dónde debe dar el pase y con mucho olfato goleador (21 goles y 10 asistencias esta temporada).
Su evolución lo ha llevado irremediablamente hacia el centro. Es un futbolista que necesita jugar cerca del área y cuando Simeone ha apostado por situarlo en una de las dos bandas, no ha funcionado. Se antoja complicado que pudiera hacerlo en el FC Barcelona, a no ser que el técnico apueste por una pequeña variación táctica.
El centro
Esta consistiría en que Griezmann pudiera actuar en una posición similar a la que ocupa el 10 pero en la izquierda. Es decir, prácticamente de falso mediapunta. De esta forma tendría total libertad para asociarse y sin necesidad de fijar al lateral contrario, dejando todo el carril para Jordi Alba, que sería el gran beneficiado con este cambio.
La otra alternativa es que el francés, a medida que avance la temporada, pueda arrebatarle la posición de 9 a Luis Suárez. Si bien es cierto que en el Atlético ha mostrado su mejor versión con un delantero de referencia delante (llámese Diego Costa o Morata), cuando Simeone lo ha probado de nueve puro también ha funcionado.
Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB
La última opción, siempre y cuando fuera capaz de desbancar a Luis Suárez del once, sería la de actuar de falso nueve y con total libertad para moverse por todo el frente del ataque y asociarse con Leo Messi y Ousmane Dembelé. Una variación que ya le funcionó al FC Barcelona anteriormente y con la que Messi demostró sentirse cómodo.
Pero antes de que cualquiera de estas alternativas pueda plasmarse en el terreno de juego, el FC Barcelona deberá atar su fichaje. Aunque parece que el Camp Nou podría ser su destino favorito, ya se escapó una vez y no hay motivos para descartar que lo haga de nuevo.