El batacazo del Barça en Anfield ha empañado una campaña casi perfecta. Campeones de Liga a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato, finalistas de la Copa del Rey y con la posibilidad de revalidar el doblete y a 11 y 18 puntos de sus perseguidores, Atlético de Madrid y Real Madrid, respectivamente.
Vamos, una hegemonía nacional envidiable y duradera que deberá plasmarse en el Benito Villamarín, pero que ha dejado imágenes para el recuerdo. Mientras en la capital se llenan la boca hablando de la hecatombe azulgrana en Champions para tapar sus vergüenzas, algunos, aunque lo escondan, están muy preocupados en esta última jornada de Liga.
El Barça visitará Ipurua para decir adiós al campeonato liguero con el objetivo claro de despedirse con una victoria que permita recuperar sensaciones antes de la final de Copa del Rey. Por su parte, el Real Madrid recibirá ante su afición y en el último partido de muchos a un Betis de capa caída, pero con mucho fútbol.
Histórico
Los azulgranas no miran a la capital, pero si buscan un aliciente para ganar al conjunto vasco lo tienen en Madrid. La última jornada, sin nada en juego a nivel deportivo, pero sí histórico. El Madrid igualó la temporada pasada el peor registro de su historia en una clasificación.
Terminaron la liga a 17 puntos del conjunto catalán, algo que ya se dio en la temporada 1984-85 cuando por aquel entonces las victorias sumaban dos puntos. Ahora, un año después y tras perder ante la Real Sociedad en Anoeta, los blancos están a 18 puntos.
Piqué celebrando el triunfo en el Santiago Bernabéu / EFE
Una cifra mayor que el Barça podría mantener de ganar al Eibar, e incluso aumentar hasta los 20 o 21 si el Madrid empata o pierde, este domingo. Una distancia histórica que superaría todos los registros hasta ahora. Los azulgranas saltarán al verde de Ipurua conocedores del resultado de los blancos y con una oportunidad única para recordarles que bastantes problemas tiene en Concha Espina como para reírse de los males ajenos.