Este sábado vuelve Ernesto Valverde a la sala de prensa en la que se prevé como, posiblemente, su comparecencia más dura entre los medios. También lo fue la de Anfield, pero en caliente y sin apenas preguntas, no se pudo profundizar demasiado en el desastre.
Esta tarde, en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí, a Valverde le tocará abrirse ante un arsenal de medios que le pondrán contra las cuerdas. Entre las preguntas más destacadas no faltarán la pedida de explicaciones por lo que pasó en Liverpool y, sobre todo, si se plantea dimitir del cargo o si entendería un despido.
Son muchas y diversas las voces que aseguran que Valverde no seguirá en el banquillo el próximo curso. La realidad es que "está muy afectado", como confirmaron a Culemanía fuentes muy próximas al técnico. Puede ser que dimita o puede ser que lo despida la junta directiva tras la final de Copa.
Cláusula de escape
Renovado el pasado 15 de febrero, en el contrato firmado existe una cláusula de escape que puede activar cualquiera de las dos partes unilateralmente. El finiquito o indemnización está acordado. Está por ver si lo echan, si se va él o si ambas partes deciden seguir adelante.
La decisión dependerá de distintos factores, pero principalmente son cinco los que se deben tener en consideración y son los que se valorarán para rescindir el contrato del técnico, o no.
El resultado de la final de Copa
El primero será el resultado de la final de Copa. El Barça, aún deprimido, quiere ganar ese título por el valor que tiene conquistar un doblete. Además, la posibilidad de conquistar la quinta Copa consecutiva en la historia del club es un hito único que la directiva quiere en su palmarés.
Segundo, hay que valorar cual es la reacción popular durante estas semanas previas a la final copera. Se juega el sábado 25 de mayo, tiempo suficiente para evaluar el estado de ánimo de los culés, que se pronunciará este domingo en el Barça-Getafe del Camp Nou.
¿Qué opina Messi?
En tercer lugar, será determinante la opinión de Leo Messi. En caso de que la directiva estime que hay que echar a Valverde y Messi se oponga, puede generarse un cisma en el club. La junta es consciente de la dependencia que tiene del astro argentino y hará lo posible por tenerlo contento.
Ernesto Valverde y Leo Messi hablan durante el último entrenamiento del FC Barcelona / EFE
Cuarto: a rey muerto rey puesto. La dirección deportiva debe encontrar un recambio de garantías para hacerse cargo del banquillo. No fulminarán a Valverde sin una alternativa que convenza, y encontrarla también requiere su tiempo.
La directiva quiere agotar el mandato
El quinto y último factor es que la directiva también debe pensar en lo que más le conviene para agotar el mandato. Si bien es cierto que podría alegrar muchas mejillas con el despido del Txingurri, hay que valorar los riesgos de elegir a otro y que las cosas vayan a peor.
De ser así, podrían precipitarse los acontecimientos y terminar con elecciones anticipadas. Valverde, pese a sus sonados fracasos en Champions, aporta mucha estabilidad al club. Y eso encanta en la cúpula. Pero otro año en Barcelona se puede hacer demasiado largo para todos.