Se tambalean los cimientos del Barça y todo son dudas entorno al futuro. El futuro casi inmediato con la temporada a punto de concluir, el mercado de verano a semanas de dar el pistoletazo de salida y con un batacazo histórico tan reciente que no deja ver con claridad el futuro.
Tiembla absolutamente todo y entorno al club catalán solo existen dudas. La directiva señalada, el cuerpo técnico en entredicho y los jugadores cuestionados, a excepción de cuatro vacas sagradas que demostraron porque tienen esa etiqueta en Anfield, todos están a merced de la afición y de unos mandatarios que deberán tomar decisiones con vistas al futuro.
El Camp Nou recibirá tan solo cinco días después de la debacle en Anfield a su equipo con la Liga sentenciada ante el Getafe. Se desconoce cómo. Si con un vacío monumental o con un lleno para despedir con una sonora pitada la temporada azulgrana, o bien, arropar al equipo que tantas alegrías le ha dado. Hay desconcierto total sobre lo que sucederá en las próximas semanas, pero a nadie se le escapa que hay jugadores en el punto de mira y que Ernesto Valverde está en la cuerda floja.
La misma piedra
Dos temporadas en el banquillo y dos temporadas que se ha tropezado con la misma piedra. La primera vez desconocida y todavía justificable, la segunda imperdonable. Bien es cierto que el Txingurri no juega los partidos y que la pasividad de sus jugadores fue impropia del escudo azulgrana, pero reaccionó tarde a los cambios, no impuso su estatus en el verde, ni tuvo capacidad de reacción.
El varapalo ha sido tremendo para todos y en algunas esferas del club se baraja la posibilidad de rescindir del contrato del técnico. Habrá que esperar si se conquista la Copa del Rey para decidir en firme, pero la temporada sabe a menos con o sin doblete.
El técnico del Barça, Ernesto Valverde, en el banquillo con el semblante serio / EP
Por el otro lado, tampoco ve claro su futuro Valverde. Sabe que la eliminación ha menguado su credibilidad ante la afición, la directiva e incluso algunos jugadores, que pese a que siempre le han dado apoyo, ven en su figura una forma de responsabilizar la eliminación. La ilusión de la Champions pese como una losa y alguien deberá pagar por ello.
La cláusula
Y con tantas dudas, ambas partes se han acordado de una de las cláusulas más importantes del nuevo contrato que firmó Valverde en febrero. Una cláusula de seguridad que nadie preveía apuntar a principios de mayo visto el juego de aquel entonces, pero que ahora podría servir para ambas partes.
En su renovación, que se hizo efectiva hasta 2020 con otra temporada más opcional, se volvió a incluir --como se estipulaba en el anterior acuerdo-- una cláusula de salida que puede ejecutar cualquiera de las dos partes de forma unilateral. Es decir, tanto si la directiva decide despedir al técnico o si es el propio entrenador quien decide poner fin a su periplo en el banquillo azulgrana. Una cláusula de seguridad que tiene el finiquito pactado por sus servicios y por lo que no se debería indemnizar al técnico con el año que le queda de contrato.
¿Quién viene?
Valverde está tocado. Se vive un ambiente extraño en la Ciutat Esportiva y el Txingurri tiene pocas ganas de pasar por el aro otra vez. Mismos errores que llevarán a los mismos reproches. Si figura ha quedado muy tocada y ya suenan posibles candidatos a su puesto.
La afición quiere recuperar el estilo de posesión, el ADN azulgrana que se ha perdido en la era Valverde. En su defensa cabe decir que ni Xavi, ni Iniesta están en el equipo y Messi ya no tiene 25 años, pero algo se ha perdido por el camino. El barcelonismo quiere que le Barça vuelva a colorear Europa con el juego que le diferencia del resto y para ello muchos apuestan por Xavi, quien la semana pasada anunció su retirada como futbolista para pasar a los banquillos.
Una foto de Ronald Koeman, seleccionador holandés / EFE
El excapitán no será la elección de este verano, especialmente si Bartomeu sigue en el cargo, pero otros mitos del fútbol holandés --muy cercanos a la filosofía azulgrana-- suenan como posibles recambios. Erik Ten Hag, técnico del Ajax, coleccionaba adeptos hasta este miércoles. Vivió también su particular debacle con el Ajax ante el Tottenham. Casi descartado, emerge la figura de Ronald Koeman. Actualmente, es el seleccionador de Holanda, pero ven su llegada un beneficio doble.
Podría acercar de forma definitiva a De Ligt a la capital catalana y las bases de su juego están claras. Además, conoce la casa y dejó un sello imborrable en su paso por el conjunto catalán. Es el favorito para muchos y según las encuestas la afición no ve con malos ojos su posible llegada. Como dijo Bartomeu tras la eliminación, no se deben tomar decisiones en caliente, pero si alguna de las dos partes duda de su total compromiso con el proyecto, la cláusula entrará en juego.