El partido de este martes en Anfield tuvo muchos jugadores que quedaron retratados por sus actuaciones sobre el verde, pero esto no es lo que más molesta al aficionado. Culemanía estuvo en el feudo del Liverpool y vivió como de caldeados estaban los ánimos tras la debacle culé.
Los más de 2.000 hinchas del Barça desplazados a tierras inglesas reprochaban al equipo el poco reconocimiento que tienen hacia los aficionados. Tras el pitido final, los jugadores desfilaron rápidamente al túnel sin levantar la mirada ni dirigirse con el mínimo gesto al córner donde se ubicaban los culés.
Detalles que encienden a los aficionados
Muchos aficionados mostraban su indignación por el escaso reconocimiento que se llevaban de Liverpool. Algunos rompían a llorar ante la impotencia de ver como la ilusión de estar en Madrid se desvanecía cuando todo estaba prácticamente hecho. Otros mostraban su enfado a la reacción de los jugadores.
“Que nos aplaudan por lo menos”, decían algunos. Otros preguntaban irónicamente si “¿alguien me pagará el billete de vuelta?”. Esport 3 recogía con sus cámaras las reacciones culés en los aledaños de Anfield. La más llamativa fue la de una chica que entre lágrimas explicaba que “estoy decepcionada, es la primera vez que vengo a un desplazamiento del Barça. Sobre todo me duele que no se hayan ni despedido de nosotros”.
Ter Stegen pide a gritos la capitanía
Marc-André Ter Stegen es uno de los jugadores que mejor se han adaptado al club y a la ciudad. Quizás más que muchos que los que llevan años vistiendo de blaugrana. Es habitual ver al portero por Barcelona, contestando a los aficionados en redes sociales o agradeciendo el esfuerzo del público allí donde esté.
Este martes no fue una excepción. Antes del partido, el alemán ya dirigió un aplauso a los hinchas culés. Después de recibir los cuatro goles que dejaban al Barça fuera de la Champions no se cortó y también agradeció al aficionado el desplazamiento. Muchos aseguran que se fue entre lágrimas del verde.
Ter Stegen en una acción con Mané / EFE
Ter Stegen fue, junto a Sergio Busquets, el único jugador que mostró un poco de respeto a los aficionados. Los desplazados solo querían un aplauso, unas palabras de agradecimiento pero solo recibieron indiferencia. Ninguno de los pesos pesados -excepto el de Badía y el arquero- mostró el mínimo respeto.
Estos detalles hacen grandes a los jugadores y ayudan a ganarse al público. En las buenas todo el mundo da la cara, lo difícil es hacerlo en las malas. Ter Stegen cogió la responsabilidad y dio un paso adelante, hecho que lo postula como uno de los candidatos por parte de la afición al brazalete de capitán.