Luis Suárez será irrepetible, pero el ariete es consciente de que tarde o temprano llegará un nueve que heredará su puesto y, quizás, hasta su dorsal de delantero centro. En un estado de forma excepcional en un final de temporada prometedor para el Barça, el uruguayo analizó el presente del equipo y dio su opinión sobre los posibles recambios que suenan entorno al club. De momento, Suárez mantendrá su posición de indiscutible si mantiene el rendimiento demostrado esta temporada, pero los años pasan para todos.
Sin un nombre de primer nivel que satisfaga las necesidades del equipo, la secretaría técnica azulgrana baraja distintas opciones para dar descanso al Pistolero la próxima temporada, cuando sea necesario, y que tenga posibilidades de triunfar una vez el charrúa abandone la entidad catalana. Una marcha que dejará un vació inigualable, pero a la que el propio jugador se va haciendo a la idea: "Uno es consciente que se hace mayor y que en un club como el Barcelona el club buscará un recambio".
Un recambio sin nombre fijo, pero del que Maxi López, su compatriota gana enteros y por el que Suárez se ha mostrado partidario en distintas ocasiones: "Hay que convivir con el club y con que te quieran suplantar. Maxi es un grandísimo jugador, pero yo no soy quien tiene que decir quien puede venir a suplantarme a mi, para eso está la secretaría técnica".
Hasta que las piernas aguanten
Pese a que el delantero uruguayo es consciente de su situación y su edad, 32 años, no pondrá las cosas fáciles para que su suplente tenga minutos. Está en el carácter y la garra del futbolista y además cuenta con una ventaja única: no existe en el mercado, al menos todavía, un jugador de su perfil y características que se entienda tan bien con Messi.
Maxi es uno de los candidatos, pero su llegada al club azulgrana no sería para ser el delantero titular, ni tan solo después de la marcha de Suárez. Un suplente de garantías que debería aceptar ese rol secundario. Durante el partido contra el Celta de Vigo, el delantero fue de los más activos y anotó uno de los goles del encuentro. Demostró olfato goleador y buen posicionamiento.
Maxi Gómez y Todibo en una acción del partido / EFE
Un tanto que completa su casillero particular con 13 goles y cinco asistencias en 33 partidos esta temporada. Salvando las distancias, tiene características muy similares a su compatriota. Una corpulencia que usa para su beneficio y un remate envidiable. Un jugador de proyección a tiro de cualquier grande ya que su cláusula de rescisión es tan solo de 50 millones de euros. Un fichaje estratégico que sustituiría al cedido Prince Boateng hasta encontrar con el ariete deseado.
De momento, Suárez está disponible y más vivo que nunca. Y lo tiene claro: "Mi ilusión es jugar en el Barcelona el máximo de años posible y conseguir todos los títulos posibles, como exige el Barcelona". Maxi o quien sea el elegido tendrá que esperar a una retirada crítica, pero que todavía se antoja lejana para el bien del barcelonismo.