El Celta de Vigo necesitaba los tres puntos como fuera. Los gallegos están cuajando una mala temporada y empezaban la jornada solo a dos puntos por encima del descenso. Delante tenían a un Barça campeón que daba la oportunidad a los menos habituales de rodarse en Primera División.
Los goles llegaron en la segunda mitad. Maxi Gómez fue el más activo de la delantera local y el que consiguió deshacer la igualada. En el minuto 67 demostraba lo que es: un delantero centro de área con mucho olfato. Marcaba de primeras un buen centro de Boudebouz. Pocos minutos antes erró un remate muy claro frente a Cillessen. Con el Barça fundido, llegó el segundo y definitivo gol de penalti de Iago Aspas.
Vuelve al mercado
El uruguayo difícilmente seguirá un curso más en Balaídos. Este curso ya estuvo a punto de abandonar la Liga para recalar en el West Ham pero finalmente no se cerró la operación. Aunque su temporada no ha sido nada buena, el interés de los grandes de Europa no ha aflojado.
Maxi Gómez y Todibo en una acción del partido / FEFE
Ha marcado 13 goles y repartido cinco asistencias en 33 partidos. Si se le rodea bien, como pasa en el Celta cuando hay Iago Aspas, es un jugador muy peligroso. Durante las semanas que el de Moaña estuvo de baja, al charrúa le costó mucho ver portaría y presentaron candidatura para descender.
Su corpulencia le ayuda a imponerse dentro del área y el remate es su principal característica. A sus 22 años, puede ser un nueve referencia de los próximos años. El curso pasado, solo aterrizar en España dejó 17 goles y cuatro asistencias en 39 partidos.
Maxi Gómez celebra un gol logrado con el Celta
Su actuación frente al Barça solo hacer que destacarlo como uno de los futuribles de este verano. Es compañero de Luis Suárez con la selección y a priori se tendría que entender con Leo Messi y su compatriota. No sería de entrada titular pero le podría discutir el sitio a la larga al 9 culé.
Cláusula de 50 millones
La cláusula de Maxi Gómez es de 50 millones de euros. Si un club paga este precio podría abandonar Balaídos, un precio muy elevado para el Barça teniendo en cuenta que llegaría como segunda espada y sustituto de Kevin-Prince Boateng, que no ha convencido cuando ha tenido la oportunidad.