El Barça tiene un pie en la final de Madrid. El club blaugrana superó con una auténtica exhibición ofensiva al Liverpool (3-0) en el partido de ida de las semifinales de Champions League. El encuentro empezó con poco atrevimiento. Ambos clubes tenían mucho respeto por su rival hasta que se empezaron a generar espacios.
En el primer tiempo, apareció un habitual en las grandes citas. Jordi Alba se sumó al ataque en banda izquierda y ponía un muy buen balón dentro del área para que Luis Suárez marcara a lo delantero centro puro. Los culés se fueron al descanso con un gol en el marcador preparados para que se abrieran espacios en el segundo tiempo.
Messi decidió en el segundo tiempo
Los de Jurgen Klopp salieron del vestuario -tras el descanso- con la intención de encontrar un gol que les diera ventaja en la eliminatoria. Los primeros veinte minutos del segundo tiempo fueron claramente red pero se encontraron con un gran Ter Stegen. El portero alemán les quitó el gol a Milner y a Salah.
En el minuto 75, apareció Leo Messi para dar tranquilidad a la afición. Una jugada entre Sergi Roberto y Luis Suárez terminaba con un balón en el larguero. Leo Messi consiguió empujar el rechace del palo y puso el segundo tanto en el marcador.
El gol de Messi genera la locura colectiva con los jugadores del Barça / EFE
Siete minutos más tarde llegaba la sentencia del encuentro. El argentino marcaba un auténtico golazo de falta que entraba por la derecha de Alisson Becker que se estiró sin éxito. Con un 3-0 en el luminoso, Klopp decidió ir a por todas con Origi y Firmino acompañando a Mané y a Salah. Esta decisión generó muchos espacios que se pudieron aprovechar en los minutos finales.
Con tres goles de ventaja los culés son los claros favoritos de estar en el Wanda Metropolitano el día dos de junio. Antes tendrán que pasar por Anfield, donde les esperará una afición ilusionada con dar la vuelta a un resultado tan adverso. Los blaugrana marcaron tres pero pudieron ser muchos más
Se perdonó la sentencia
Luis Suárez tuvo la sentencia justo antes de ser sustituido. Fue en el minuto dos del añadido. Una contra de los culés dirigida por Messi terminaba con un balón al uruguayo que entraba solo dentro del área. El nueve decidió intentar dar un pase de muerte en vez de disparar. La jugada acabó en córner.
También en los últimos minutos del encuentro, Arturo Vidal, que fue de menos a más, perdonó el cuatro a cero. El chileno escogía mal en una de las últimas oportunidades del partido. Messi le abría el balón al centrocampista y este, en vez de probar a Alisson, decidía devolvérsela al argentino sin éxito.
Suárez en una acción del partido del Liverpool / EFE
Cuando el árbitro ya tenía el silbato en la boca llegó la gran jugada que hubiera cerrado la eliminatoria. Una combinación entre Messi y Ousmane Dembelé terminaba con un pase de la muerte del argentino que el galo no podía culminar. El extremo lo tenía todo de cara para matar el partido pero los niervos -y la precipitación- le pasaron factura. Aun así, el Barça lleva un muy buen resultado de casa.