Arthur ha sido uno de los descubrimientos de esta temporada. El mejor fichaje de la anterior secretaría técnica junto a Clément Lenglet. Ambos se han convertido en piezas fundamentales del equipo para conquistar la 26º Liga del FC Barcelona, aunque por motivos distintos. Mientras el francés irrumpió en el once por la lesión de Samuel Umtiti, mientras que el brasileño se ha ganado un puesto fijo con su fútbol y una similitud al juego de Xavi apabullante.
Indiscutible en la medular junto a Rakitic y Busquets, el título de Liga lleva claramente su nombre. Una Liga que se ha ganado a falta de tres jornadas y que supone su primer título en su primer año en Europa y que espera agrandar con la Copa del Rey y la Champions League.
Más caro, pero justificado
Desde Gremio, club procedente del brasileño, nadie dudo de su proyección y en su fichaje se incluyeron varias variables económicas según logros deportivos, minutos y rendimiento. Y en esas cláusulas se incluyo una a nivel colectivo que el Barça deberá hacer efectiva cuando acabe la temporada y a falta de ver si se cumplen otras.
Saúl y Arthur Melo disputando un balón en el Barça - Atlético de Madrid / EFE
De ser así, el pago podría aumentar hasta los diez millones de euros, pero el pago por la Liga supone un millón de euros asegurado al club brasileño. Ahora, falta por ver a qué precio deberá pagar la entidad azulgrana por los 26 encuentros en Liga --titular en 18--, los otros ocho en Champions y los seis de Copa. Un pago que no se incluye en los presupuestos, pero que abonarán con gusto si se consigue el triplete.
Además, su incorporación supuso 30 millones de euros. Siete meses después, el valor del jugador ronda los 60 millones en el mercado.