Tres jornadas antes de que termine y con una ventaja abrumadora respecto al resto de rivales, el FC Barcelona se proclamó este sábado campeón de Liga. Es la segunda Liga del conjunto catalán con Valverde en el banquillo, la octava en los últimos once años y la décima desde que empezó el siglo XXI.
Es también la número diez para Leo Messi, que se convierte en el futbolista con más ligas en la historia de la entidad, la octava en la trayectoria de Piqué y Busquets y la octava consecutiva para un Arturo Vidal que ha logrado un registro sin precedentes.
Después de que el Atlético de Madrid aplazara el alirón hasta en dos ocasiones, los azulgrana aprovecharon la primera oportunidad que tuvieron para certificar el título. El escenario y el rival eran propicios: el Camp Nou recibía al Levante, un equipo que está luchando por mantener la categoría. Los azulgranas se valieron de su superior nivel para dominar el encuentro de principio a fin pero, como casi siempre, fue Messi quien decidió en qué momento ganaría el Barça el partido y la Liga.
Solo faltó el gol
Sin el argentino y sin Busquets, dos de los grandes estandartes del equipo, en el once titular, el FC Barcelona salió a por todas desde el primer minuto. A falta del 10, fue Coutinho quien asumió el liderazgo de los azulgranas. El nivel del brasileño ha ido a más en las últimas jornadas, y parece que ha recuperado su mejor versión de cara al tramo final de temporada.
Los futbolistas del FC Barcelona lamentan una ocasión fallada / EFE
El ex del Liverpool lo intentó tantas veces como pudo. Desde la frontal del área, desde dentro, de falta, con disparos rasos, con remates por arriba e, incluso, con algún que otro testarazo. En todas las ocasiones, la respuesta fue la misma: Aitor Fernández. El guardameta granota, que ya brilló en la vuelta de octavos de final de Copa del Rey, se volvió a exhibir en el Camp Nou.
El arquero visitante fue un muro no solo para Coutinho, sino para el equipo azulgrana al completo. Especialmente destacada fue la parada que realizó tras un disparo de Luis Suárez a bocajarro en el 19'. El uruguayo remató con el exterior y por el palo corto, y Aitor sacó una mano salvadora. Tanto o más como la que realizó tras el gran disparo de falta de Coutinho en el 40'. Rozó el balón lo justo y necesario para desviarlo al larguero, que lo escupió. Con la impotencia de no poder batir a Fernández, el Barça se marchó al túnel de vestuarios sin la Liga atada.
Siempre Messi (y Ter Stegen)
Ernesto Valverde tenía la mejor solución a la falta de acierto en el banquillo. Nada más empezar la segunda mitad, sin esperar hasta el tradicional minuto 60, el extremeño dio entrada a Leo Messi. El argentino encontró espacios en la mediapunta, un espacio donde es totalmente letal. Lo que Coutinho no había podido hacer en una parte entera, él lo logró en 17 minutos. Aprovechó una original asistencia con la cabeza de Arturo Vidal para controlar el balón y, con toda la tranquilidad que él acostumbra, batió a Aitor Fernández para anotar un gol que vale una Liga.
Leo Messi celebra su tanto ante el Levante / EFE
Sorprendentemente, con 1-0 en el marcador, el FC Barcelona rebajó la intensidad, y el Levante empezó a crecer en el encuentro. Un minuto después del tanto del argentino, Marc-André Ter Stegen tuvo que salir a los pies de Borja Mayoral para evitar que el exmadridista igualara el marcador. Las ocasiones se alternaron entre uno y otro bando, pero ni Morales ni Arturo Vidal estuvieron acertados. El Levante dio el último susto en el 88', cuando un disparo de Bardhi se estampó en el palo izquierdo de la portería de Ter Stegen.
Con el miedo aún en el cuerpo, el partido finalizó y el FC Barcelona se convirtió en el campeón de la Liga 2018/19. Un campeonato dominado prácticamente de principio a fin, con mucha solvencia y mucha regularidad. El conjunto azulgrana fue un merecido vencedor.