Philippe Coutinho se reivindicó ante el Manchester United. El brasileño, que estaba siendo discutido por su mal rendimiento en los últimos meses, cuajó un gran partido ante el conjunto inglés. Estuvo muy participativo, como siempre. La diferencia respecto a encuentros anteriores fue que acertó con casi todas sus decisiones.
El premio a su buena actuación llegó en el minuto 61'. Recibió un balón en tres cuartos de campo y, sin pensárselo, se dirigió hacia la portería de David de Gea. Aguantó con el esférico pegado al pie hasta que encontró la posición perfecta para soltar una rosca marca de la casa que se coló por la escuadra. El arquero del United solo pudo mirar.
Una foto de Philippe Coutinho durante el Barça - Manchester United / FCB
Nada más entrar el balón en la portería, todos los compañeros fueron a abrazar a un futbolista que necesitaba ese gol más que nadie. Cuando el resto de jugadores lo soltaron, Coutinho miró a la grada, cerró los ojos y posteriormente se tapó los oídos. Una celebración reivindicativa que él mismo explicó en Instagram.
Rompe su silencio
Su gesto se interpretó como respuesta a los silbidos que había recibido en anteriores partidos, aunque precisamente frente al Manchester United la afición estuvo a su lado. Los culés vitorearon su nombre durante algunas fases del encuentro, aplaudieron sus acciones y lo ovacionaron cuando fue sustituido por Dembelé.
Coutinho explicó en un Instagram Stories que "nunca debemos escuchar a gente que nos quiere desmotivar. Su discurso nos desviaría del auténtico objetivo". El brasileño, defendiéndose de las acusaciones, señaló que "jamás he faltado al respeto a nadie dentro o fuera del mundo del fútbol."
"Siempre mirando hacia el futuro y con la misma ambición" acaba el 7. Zanjado el tema de su polémica celebración, al FC Barcelona solo le queda esperar que Coutinho siga siendo el de estas últimas semanas y no el de principios de año.